Sebastián Piñera, expresidente de Chile, falleció este martes, 6 de febrero, en un siniestro aéreo en Lago Ranco. El dos veces mandatario del país suramericano no solo es recordado por su liderazgo político, sino también por su habilidad para los negocios, pues amasó una gran fortuna en la banca y empresas de diversos sectores económicos.
El exmandatario, que tenía un doctorado en economía en la prestigiosa universidad estadounidense de Harvard, era reconocido por su participación en el negocio bursátil. La revista Forbes estima que Piñera y su familia acumulan una fortuna de 2.900 millones de dólares, por lo que ocupan el quinto lugar en el ranking de los más ricos de Chile.
Piñera alternó su vida política con la empresarial. Fue accionista de la aerolínea chilena LAN -hoy la internacional Latam-, de un canal de televisión y del club de fútbol Blanco & Negro. El exmandatario también llevó a cabo inversiones en otras conocidas empresas locales como Entel y Quiñenco.
Según la revista especializada en negocios y finanzas, el expresidente hizo gran parte de su fortuna con la empresa de tarjetas de crédito Bancard, que fundó en 1976. Pero, con el paso de los años, se deshizo de muchos de los activos que tenía.
Después de ser elegido presidente en 2010, vendió su participación del 26 % en la aerolínea chilena LAN por 1.500 millones de dólares, cedió el canal de televisión Chilevisión a Time Warner por 150 millones de dólares y vendió su parte del popular equipo de fútbol Blanco & Negro.
Su carrera política
Entusiasta y siempre activo, Piñera, que había cumplido 74 años el pasado 1 de diciembre, era conocido por pilotar su propio helicóptero. Casado con Cecilia Morel, padre de cuatro hijos y con nueve nietos, fue presidente de Chile en dos oportunidades, entre 2010 y 2014 y entre 2018 y 2022.
Hijo de un exembajador democratacristiano, fue el único gran empresario chileno abiertamente opositor a Pinochet. Elegido senador al volver la democracia, se alineó con la centroizquierda en votaciones cruciales en el Congreso, por lo que fue visto con desconfianza por los sectores radicales de la derecha.
Lideró la renovación de la derecha en la llamada “Patrulla Juvenil”. De esos tiempos viene su apodo de “La Locomotora”.
En su primer gobierno lideró las labores de reconstrucción del país tras el potente terremoto del 27 de febrero de 2010, y el exitoso rescate de los 33 mineros atrapados en Atacama. Fiel a su estilo, recorrió el mundo con un mensaje de vida de los trabajadores atrapados al interior de una mina de cobre en el desierto chileno.
Ganó su segundo mandato en 2017 bajo el lema ‘Únete a tiempos mejores’, pero en su segundo paso por La Moneda no tuvo la misma suerte, ya que fueron cuatro años de tormentas sociales, derrumbe de la confianza en las instituciones y una profunda desconexión entre la sociedad y la élite.
El escenario chileno dio un giro radical tras el estallido social de octubre de 2019. Multitudinarias protestas desatadas por un aumento del pasaje del metro se transformaron en un amplio reclamo contra un modelo de libre mercado con ausencia del Estado en educación, salud y pensiones, sin bienestar social.
Luego llegaron la pandemia de coronavirus y la recesión económica, pero cuando los signos de recuperación le daban un respiro al mandatario, la publicación de los Papeles de Pandora sobre la venta de la Minera Dominga en 2010 por parte de una empresa de sus hijos volvieron a empañar su imagen.
Este caso llevó a la Fiscalía a abrirle una investigación penal y a la oposición a presentar una acusación en el Parlamento, donde fue hallado inocente por un margen ajustado.
*Con información de AFP.