Este domingo, 7 de abril, los pasajeros de un vuelo de Southwest Airlines con destino a Houston pasaron momentos de pánico, cuando el avión tuvo que regresar al Aeropuerto Internacional de Denver apenas 35 minutos después de despegar, debido a que la cubierta del motor se desprendió, informó la Administración Federal de Aviación (FAA).
El avión, un Boeing 737-800, experimentó el incidente cuando la cubierta del motor se soltó y golpeó el ala de la aeronave, lo que llevó a la tripulación a tomar la decisión de regresar al aeropuerto de origen por precaución.
La FAA anunció que por parte de las autoridades se llevará a cabo una investigación exhaustiva sobre el incidente, especialmente dado que la aerolínea ha enfrentado una serie de problemas mecánicos en los últimos meses, colocando en riesgo la vida de los usuarios.
En un comunicado, el Aeropuerto Internacional de Denver aseguró que los pasajeros serán reacomodados en otro vuelo con destino a Houston y que se espera una demora aproximada de tres horas en su llegada.
“Pedimos disculpas por las molestias causadas por el retraso, pero nuestra máxima prioridad es la seguridad absoluta de nuestros clientes y empleados”, expresó el comunicado oficial del aeropuerto.
Hasta el momento no se reportaron personas con lesiones graves, como resultado del incidente y los pasajeros ya se encuentran en tierra.
El avión estuvo en el aire durante 35 minutos antes de dar media vuelta y aterrizar en Denver. Los equipos de mantenimiento del aeropuerto revisarán la aeronave afectada. Según la FAA, el avión en cuestión fue considerado apto para volar en mayo de 2015. Se espera que pronto se presenten soluciones con respecto a lo que ha sucedido con la aerolínea, para evitar posibles accidentes.