Cientos de manifestantes invadieron este martes, 10 de septiembre, la sede del Senado mexicano, obligando a suspender la sesión en la que se discutía una polémica reforma impulsada por el mandatario Andrés Manuel López Obrador que plantea la elección popular de jueces, anunció el presidente de la cámara.
Tras permanecer varias horas en los alrededores del edificio legislativo en rechazo al proyecto, los manifestantes traspasaron repentinamente las barreras de seguridad e irrumpieron en la sala donde deliberaba el pleno.
“Decreto receso indefinido, se levanta la sesión”, dijo poco después Gerardo Fernández Noroña, jefe del Senado, controlado por el oficialismo de izquierda.
En el lugar había escasa presencia policial, por lo que los detractores de la iniciativa ingresaron sin mayores obstáculos y permanecían dentro del edificio.
Entre esas personas se hallaban funcionarios judiciales en huelga y estudiantes universitarios, que coreaban cánticos como “¡señor senador, detén al dictador!” o “¡el poder judicial no va a caer!”, agitando una enorme bandera de México.
Los manifestantes ingresaron inicialmente a una explanada dentro del recinto y luego entraron a la sala donde ocurría el debate.
“Vuelvo a pedirles a los senadores que se calmen”, dijo Fernández Noroña tras enterarse de que los manifestantes habían ingresado al edificio.
La sesión comenzó con un duro cruce de acusaciones dentro del partido opositor PAN, pues uno de sus senadores, Miguel Ángel Yunes, se ausentó por razones de salud y fue sustituido por su padre, alimentando sospechas de que el oficialismo de izquierda podría lograr así el voto que le faltaría para aprobar la reforma constitucional.
“¡Traidor! ¡Poco hombre!”, gritaron desde la bancada del conservador PAN a Miguel Ángel Yunes padre, también político, quien no adelantó el sentido de su voto, si bien estuvo acompañado de dirigentes oficialistas.
“Cobarde y traidor eres tú!”, respondió Yunes al presidente del PAN, Marko Cortés.
López Obrador, que entregará el poder a su copartidaria Claudia Sheinbaum el 1 de octubre, asegura que la elección de jueces y magistrados, incluidos los de la Suprema Corte, es urgente porque el poder judicial está “podrido de corrupción”.
“Lo que más les preocupa a los que están en contra de esta reforma es que van a perder sus privilegios, porque el poder judicial está al servicio de potentados (...), de la delincuencia de cuello blanco”, expresó este martes el mandatario, cuya popularidad ronda 70%.
En vísperas del debate, la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, equiparó la enmienda con un intento de “demolición del poder judicial”, lo que fue rechazado por el presidente, que mantiene un duro enfrentamiento con ese tribunal tras bloquearle reformas clave en los sectores energético y de seguridad.
La oposición, Estados Unidos, expertos de Naciones Unidas y organizaciones como Human Rights Watch aseguran que el voto directo socavará la independencia judicial y dejará a los jueces a expensas del narcotráfico.
La enmienda colocaría a México “en una posición única en términos del método de elección de jueces”, señaló Margaret Satterthwaite, relatora de Naciones Unidas sobre la independencia de jueces y abogados.
El otro caso similar en América Latina es el de Bolivia, donde los magistrados de las altas cortes son elegidos por voto popular, mientras los jueces ordinarios son designados por un consejo de la judicatura.
*Con información de AFP.