En un video difundido en redes sociales se conoció la forma en la que los delincuentes están ingresando teléfonos celulares y otros objetos prohibidos en las cárceles, por medio de botellas de bebidas que son modificadas para ocultar un compartimiento en la parte inferior en el que camuflan los artículos.
Las imágenes dejan ver la forma en la que en una botella grande, en la zona donde va la etiqueta con la marca y el nombre de la bebida, se oculta un espacio considerablemente grande para guardar objetos. En el caso del video, se muestra un dispositivo móvil, pero también otro tipo de cosas que son prohibidas en esos establecimientos.
Esta es solo una de todas las modalidades que existen para ingresar artículos no permitidos a las cárceles. De hecho, hace unos meses funcionarios del Inpec de la cárcel La Picota, en Bogotá, descubrieron a una mujer que estaba haciéndose pasar como embarazada e intentó ingresar 17 elementos prohibidos.
Entre los objetos ocultos en la barriga falsa de la mujer, quien tenía como destino el Pabellón de Extraditables de ese centro de reclusión, los funcionarios hallaron cuatro celulares con sus respectivos cargadores y cables USB.
Asimismo, llevaba dos bolsas plásticas con líquido similar al aguardiente, dos chocolatinas y unos manos libres. Todo fue entregado a las unidades de Policía Judicial, mientras que a ella se le aplicó una sanción que le impide entrar a cualquier penal de Colombia por más de un año.
Días atrás, el Inpec también realizó un operativo de control en el que fueron decomisaron 53 celulares, 14 modem, 32 cargadores, 49 botellas de licor, un smartwatch y un proyector. El licor encontrado, de acuerdo a las autoridades, estaba envasado en botellas de agua de 500 mililitros.
Este tipo de prácticas son muy comunes en las prisiones de Colombia. Recientemente, militares y policías de Ecuador decomisaron en el último mes 95 armas, más de 26.000 municiones y casi 700 teléfonos celulares en un gran complejo carcelario de la ciudad portuaria de Guayaquil, informaron las Fuerzas Armadas.
La fuerza pública ha realizado cinco intervenciones en ese centro penitenciario amparada en un estado de excepción por 60 días dictado por el Gobierno del presidente Guillermo Lasso el 24 de julio para las cárceles del país, ante constantes enfrentamientos entre presos, que han dejado 430 muertos desde 2021.
La última intervención se cumplió el pasado viernes. Unos 1700 agentes ingresaron al mayor reclusorio y a una pequeña cárcel de máxima seguridad que hacen parte del gran complejo penitenciario, hallando esta vez una carabina, ocho granadas de guerra, 1.114 municiones de diferentes calibres, cien celulares, droga y dinero, según un comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
El estado de excepción para todo el sistema penitenciario fue decretado tras una matanza entre presos en Guayaquil que dejó una cifra indeterminada de fallecidos.
La Policía reportó el hallazgo de 11 cadáveres y 29 piezas humanas, mientras que la Fiscalía informó de 31 fallecidos.
Bandas vinculadas al narcotráfico sostienen una guerra dentro y fuera de las prisiones por el negocio de la droga y usan los reclusorios como centros de operaciones.
Las masacres entre presos, algunas de las cuales figuran entre las peores de Latinoamérica, dejan más de 430 muertos desde 2021, mientras que la violencia en las calles ha llevado la tasa de homicidios al récord de 26 por cada 100.000 habitantes, casi el doble del año anterior.
Desde 2021, las autoridades de Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los principales productores mundiales de cocaína, han incautado unas 530 toneladas de cocaína.
Con información de la Agencia AFP