Vladímir Putin, presidente de Rusia, declaró este 1 de septiembre, en medio de una reunión con estudiantes rusos, que se reunirá con el presidente de China, Xi Jinping, en un futuro cercano.
“Muy pronto tendremos actos y una reunión con el presidente de la República Popular China. Él me llama su amigo y yo me alegro de llamarle mi amigo, porque se trata de una persona que hace mucho personalmente por el desarrollo de las relaciones ruso-chinas”, afirmó Putin.
Además, aseguró que se discutirá con su homólogo chino acerca de la posibilidad de realizar intercambios académicos entre los estudiantes de ambas naciones, con el fin de fortalecer los lazos de los países y que ambos mandatarios hablarán sobre “lo que se puede hacer en este sentido”.
De la misma manera, afirmó que la geopolítica mundial se está desplazando cada vez más hacia las naciones asiáticas. “Nosotros, por cierto, llevamos mucho tiempo prestando cada vez más atención al desarrollo de nuestras relaciones con los países asiáticos, ni siquiera en relación con los acontecimientos actuales”, afirmó
Y agregó: “Lo hacemos, naturalmente, porque dado el ritmo de desarrollo de Asia y de sus países, el centro de la vida económica y política se desplazarán gradualmente a estas regiones. Se trata de un proceso absolutamente inevitable”, comentó Putin en el encuentro con los estudiantes.
Las acusaciones de la Casa Blanca
La Casa Blanca aseguró en las últimas horas que cuenta con nueva información de espionaje que muestra que el presidente ruso Vladímir Putin y el mandatario norcoreano Kim Jong Un han intercambiado cartas, en momentos en que Rusia recurre a Corea del Norte para conseguir municiones para la guerra en Ucrania.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional John Kirby detalló los más recientes hallazgos apenas semanas después de que la Casa Blanca dijera que había llegado a la conclusión de que el ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigu presentó una solicitud a funcionarios norcoreanos para incrementar la venta de municiones a Moscú durante una reciente visita a Pyongyang.
Kirby dijo que Rusia busca proyectiles de artillería y demás material básico para reforzar su base industrial de defensa, según narra Associated Press.
Añadió que las cartas fueron “más bien a nivel superficial”, pero que las conversaciones entre Rusia y Corea del Norte en cuanto a la venta de armas iban avanzando. Los gobernantes intercambiaron las misivas después de la visita de Shoigu, señaló.
“Después de la visita de Shoigu, otro grupo de funcionarios rusos viajó a Pyongyang para discusiones de seguimiento sobre posibles acuerdos de armas entre la República Popular Democrática de Corea y Rusia”, dijo Kirby.
Kirby se negó a detallar cómo fue que las autoridades estadounidenses recolectaron la información.
Poco antes de que la Casa Blanca diera a conocer esta nueva información sobre las negociaciones armamentistas entre Corea del Norte y Rusia, Pyongyang lanzó un misil balístico hacia sus costas orientales, según las fuerzas armadas de Corea del Sur. El lanzamiento de prueba se produjo horas después de que Estados Unidos envió un nuevo bombardero de largo alcance a la Península de Corea, en un despliegue de fuerza.
El gobierno de Estados Unidos ha dicho reiteradamente que el Kremlin se ha vuelto más dependiente de Corea del Norte, así como de Irán, para obtener las armas que necesita para librar su guerra contra Ucrania. Pyongyang y Teherán se encuentran aislados en buena medida en el plano internacional por sus programas nucleares y sus antecedentes en materia de derechos humanos.
En marzo, la Casa Blanca dijo que la información de inteligencia recopilada revelaba que Rusia buscaba un acuerdo para intercambiar alimentos por armas con Corea del Norte, en el que Moscú proveería a Pyongyang de alimentos y materias primas a cambio de municiones.