El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que todos los temas estarían sobre la mesa si su par ruso, Vladimir Putin, acepta dialogar sobre la guerra, tras advertir que su país estaría “destruido” antes de rendirse.

En el terreno no había tregua con la violencia, luego de que las fuerzas rusas destruyeron un centro comercial en Kiev y el Pentágono aseguró que Moscú intensificó sus operaciones aéreas y marítimas.

A su vez, el presidente estadounidense Joe Biden alertó que Putin está considerando el uso de armas químicas y biológicas en Ucrania, mientras conversaba con sus aliados europeos sobre lo que calificó como las “tácticas brutales” de Moscú.

A casi un mes del inicio del conflicto, ha habido poco avance en las conversaciones entre las dos partes, por lo cual Zelenski ha urgido hablar directamente con Putin.

El lunes insistió en que una reunión con Putin, “en cualquier formato”, es crucial para terminar con la guerra.

“Si tengo esta oportunidad y Rusia tiene el deseo, podríamos abordar todas las cuestiones”, dijo a periodistas ucranianos en una entrevista publicada por la red Suspiline.

“¿Resolveríamos todo allí? No, pero existe la posibilidad de que podamos parcialmente al menos detener la guerra”, agregó.

Zelenski dijo que estaría dispuesto a discutir sobre la península de Crimea, ocupada por Rusia, y las áreas separatistas prorrusas de la región de Donbás (este), aunque insistió en que considera que deben ser devueltas a Ucrania.

“En el primer encuentro con el presidente de Rusia, estoy listo para abordar estos temas”, declaró, tras indicar que cualquier acuerdo sobre cambios “históricos” serían sometidos a un referendo nacional.

“Esta es una historia muy difícil para todos (...) y para encontrar una salida debemos tomar este primer paso sobre el cual hablé: garantías de seguridad, el fin de la guerra”, puntualizó.

Insistió en que Ucrania “ya entendió” que no puede unirse a la OTAN, pero agregó que sus compatriotas no pueden simplemente “entregar” la capital o las ciudades de Járkov y Mariúpol, un puerto fuertemente bombardeado.

“Ucrania no puede aceptar ningún ultimátum de Rusia. En primer lugar, habrá que destruirnos a todos, únicamente entonces se respetarán sus ultimátums”, sostuvo.

Kiev asediada

Mientras tanto en Kiev entró en vigor un toque de queda de 35 horas a partir de las 20:00 (18:00 GMT) del lunes, luego de que los bombardeos rusos destruyeron el centro comercial Retroville, donde murieron al menos ocho personas.

“Fue la bomba más grande en caer en la ciudad hasta ahora”, comentó Dima Stepanienko, de 30 años, quien fue lanzado “al pie de la cama” por la explosión.

Un sacerdote ortodoxo que caminaba entre los escombros de Retroville susurraba oraciones mientras maldecía a los “terroristas rusos”.

Rusia aseguró que el centro comercial era usado para almacenar sistemas de cohetes y municiones.

Moscú intensificó su actividad militar, con 300 vuelos en 24 horas, en un intento “desesperado” por volcar la marea en contra de la resistencia ucraniana, dijo un funcionario estadounidense de defensa.

Biden, a su vez, aseguró que Putin considera el uso de armas químicas y biológicas, y advirtió de una “severa” respuesta occidental si lo hace.

“Están sugiriendo que Ucrania tiene armas biológicas y químicas. Esa es una señal clara de que (Rusia) está considerando usar ambas”, declaró Biden sin aportar evidencia.

Las fuerzas de Putin han sido acusadas de causar una catástrofe humanitaria en Mariúpol, donde unas 350.000 personas están atrapadas sin agua y electricidad.

Ese puerto ha sido bombardeado sin tregua y más de 2.000 personas han muerto, según autoridades locales, en lo que el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, calificó como un “masivo crimen de guerra”.

Rusia le había dado a Mariúpol hasta las 05H00 del lunes para rendirse, pero Kiev rechazó el ultimátum y dijo que la resistencia en la ciudad había fortalecido la defensa de toda Ucrania.

Mariúpol es un blanco clave en la guerra de Putin, por servir de puente entre las fuerzas rusas en Crimea y los territorios controlados por Rusia en el norte y este.

Protestas en Jersón

Pero la resistencia ha continuado incluso en ciudades capturadas por Rusia. Autoridades ucranianas acusaron el martes a las tropas rusas de disparar contra manifestantes desarmados en la ciudad sureña ocupada de Jersón.

Videos subidos en redes sociales y la aplicación Telegram mostraron a decenas de personas congregadas en la Plaza Libertad de Jersón para protestar contra la toma de la ciudad por parte de Rusia.

Los soldados rusos aparecen disparando al aire, mientras un hombre mayor ensangrentado era retirado, aunque las autoridades indicaron que no hubo muertos.

En tanto, las gestiones diplomáticas continúan esta semana con el viaje de Biden a Europa para conversar con gobernantes del G7, la UE y la Otan.

Los países occidentales y sus aliados esperan fortalecer su frente unido, aunque no está claro que vayan a tomar medidas adicionales para presionar a Rusia.

Moscú ha advertido que sus relaciones con Washington están “al borde de la ruptura”, luego de que Biden calificó a Putin como un “criminal de guerra”.

Zelenski urgió a Europa a aumentar fuertemente la presión contra Moscú, al afirmar que el continente debe suspender todo su comercio con Rusia, pero Alemania ha evadido los llamados a un embargo europeo sobre el petróleo y gas rusos.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que tal embargo tendría “un impacto muy serio sobre el mercado energético mundial”, que enfrenta precios sumamente elevados.

Con la guerra cada vez más cerca de un estancamiento, Zelenski pidió a China “tener un papel importante” en el fin del conflicto.

La guerra desplazó a alrededor de 10 millones de ucranianos, casi un tercio de ellos refugiados en el exterior, según la ONU, mientras crece el temor de una hambruna en otros países debido a que Rusia y Ucrania son grandes exportadores agrícolas.