Los Farallones de Cali son el corazón verde de la región, en sus 196 mil hectáreas habita una biodiversidad única de especies de fauna y flora, que se siguen explorando.
Lamentablemente, este tesoro ubicado sobre la cordillera occidental, que reúne ecosistemas de la región andina y la pacífica, ha estado amenazado por años; sus peores enemigos son los grupos armados y la minería ilegal.
Aun así, a pesar de las dificultades, entre bosques, páramos y selvas tropicales, se hallaron ocho nuevas especies de orquídeas, que se suman a las 430 ya existentes.
Todo esto, gracias a los biólogos de Parques Nacionales de Colombia, que por tres años recorrieron la zona, para encontrar estas flores endémicas de Los Farallones.
El proceso implicaba ciertas dificultades y retos que los científicos asumieron para cumplir sus objetivos: generar conciencia en torno a la conservación, protección y la creación de las reservas ambientales en Colombia.
Y enaltecer la esencia de las mujeres, quienes históricamente, al igual que las orquídeas (especies amenazadas), han logrado florecer en entornos adversos “mostrando un espíritu inquebrantable”, según los expertos.
Tres caleñas, la ingeniera aeroespacial de la Nasa Diana Trujillo, la científica Nubia Muñoz Calero y la líder ambiental Paola Alzate, inspiraron los nombres de las Lepanthes.
Asimismo, con los nombres de la historiadora Diana Uribe; la escritora Laura Restrepo; la lideresa caucana Nidia Góngora; la ambientalista Margarita Marino y en memoria de la botánica Gloria Galeano Garcés, se llamó a las demás.