¿Se imaginan ustedes lo que habría sucedido si el suministro de gas se hubiera demorado el tiempo que dijeron iba a durar su escasez en esta región del país y en especial en Cali?

Mínimo otro motivo más para un nuevo estallido social en que, aprovechando la situación, los de siempre habrían salido a las calles a saquear, destruir y vandalizar -con el disfraz de una justa protesta- comercios, residencias, estaciones del mío, vehículos, colegios y universidades 

Habría sido el retorno de esos días aciagos que ojalá nunca volvieran a suceder y que dejaron una estela imborrable en el colectivo con pérdidas que difícilmente se podrán reponer.

Menos mal que la empresa transportadora junto con Gases de Occidente encontraron prontamente una solución y lograron un milagro: cumplir anticipadamente con lo prometido, con una eficiencia que ya se quisieran tantos y tantos paquidermos sumidos en la mediocridad y la ineptitud.

Empero, el riesgo de que se repita esta situación es factible, no dijéramos que mañana o dentro de un año, pero que existe, es la verdad verdadera, porque el verbo menos conjugado y puesto en práctica es prever.

Y como ‘prevenir es curar’ una lluviecita -por ejemplo- nos coge con los calzones abajo y por ello nos pasa todo lo que nos pasa.

El caso del gas es más que delicado. Según nos dicen, las reservas alcanzarían a lo sumo para siete años más, si es que la población no sigue creciendo y su mercado no sigue ganado terreno frente a la energía eléctrica.

Por otra parte, en esta región del país el gas es el más lejano de las plantas productoras y por tanto el más costoso del país

Conclusión, la construcción de la planta regasificadora que se ubicaría en Buenaventura es una solución apremiante.

Recordemos que la actual, ubicada en Cartagena la pagamos todos los colombianos.

El gas es pues de la Costa Caribe y allá han sido los principales opositores al proyecto, pretendiendo que lo pague este departamento que es el ‘más rico’ de la región así le sirva a todo el país en un momento dado.

La primera licitación se declaró desierta y la próxima, que se colgará el mes que viene, seguro correrá la misma suerte porque en la costa quieren que se haga allá y ahí sí, exigirán se financie con dineros de la nación.

Es preciso unir los sectores públicos y privados, que el bloque parlamentario del suroccidente colombiano se apropie de esta iniciativa y se logre una batalla para construirla.

Si no nos unimos, los costeños nos ganarán la partida y de nuevo nos quedaremos como el ternero...

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Posdata: Llevamos años y más años solicitando se erradiquen las antenas que avergüenzan los monumentos de las Tres Cruces y Cristo Rey, este último en un proceso de embellecimiento que, por favor, no permita el botón de perro de semejante armatoste.

Si ya existe una orden judicial para que se retiren, ¿por qué no se hace cumplir la ley?