Para quienes hemos sido parte de la historia de El País, esta semana la celebración de sus 75 años revivió decenas de recuerdos en esa sala de redacción del barrio San Nicolás. El miércoles 23 de abril, fecha exacta de su cumpleaños, aparecieron montones de imágenes de periodistas, que en algún momento pasaron por esta casa editorial; imágenes de distintas generaciones, muchas de ellas en blanco y negro, otras más modernas, pero todas con un elemento en común: ¡Gratitud!

No es para menos. El País, más allá de ser un referente, ha sido una escuela de periodismo, para quienes decidieron hacer de este oficio su vida. Muchos llegaron como practicantes y se quedaron para forjar una carrera. Otros estuvieron unos años y se fueron con las mejores herramientas para desempeñarse en oficinas de comunicaciones de los sectores público y privado. Unos más se dedicaron a la docencia, con todo lo aprendido. Nunca he entendido cómo hay docentes de periodismo que nunca pasaron por una sala de redacción, pero ese es otro asunto.

Para quienes vivimos allí los años recientes, la crisis mundial de los medios de comunicación se convirtió en un fantasma que caminaba por los pasillos del diario, como de tantos otros medios que hoy, incluso, ya no tienen sede física. Hubo tiempos muy inciertos, agravados por la pandemia, el estallido social y una compleja situación económica acumulada. El liderazgo de María Elvira Domínguez Lloreda, como directora y gerente, y de Diego Martínez Lloreda, como director de Información, se constituyó en un bastión para superar los momentos más duros.

Desde enero del 2023, el periódico hace parte del Grupo Semana, con Gabriel Gilisnki a la cabeza. La transformación digital avanza y se sostiene, como corresponde a los tiempos modernos, y las páginas impresas sobreviven, en medio de un esfuerzo titánico. Dos mujeres maravillosas, a las que admiro y aprecio, hoy están a la cabeza: Vicky Perea, directora, y Carolina Escrucería, gerente, ambas con una amplia trayectoria en el medio, acompañadas por personas tan valiosas como Pedro Felipe Muñoz, gerente comercial; Olga Criollo y José Luis Carrillo, jefes de redacción del impreso y la web, entre tantos nombres más de los que llamamos, con cariño, la vieja guardia, como Edward Certuche, Francisco Henao, Francy Chagüendo, Isabel Peláez, Anderson Zapata,Ingrid Calvo, nuestra secretaria y amiga, y los dos alfiles preciados de la cuadrilla: Hugo Mario Cárdenas y Santiago Cruz. Junto a ellos, una redacción de jóvenes, con garra y pasión, continúa escribiendo la historia de esta escuela de periodismo.

Para muchos, El País será siempre nuestra casa, el lugar al que alguna vez llegamos cargados de sueños y en el que vivimos la emoción de la noticia de última hora, el estrés del cierre, las horas de más frente a una pantalla, la alegría de la reportería, los grandes cubrimientos que marcaron la historia, pero sobre todas las cosas, la camaradería y buena vibra, que se cuidan como un tesoro en esa sala de redacción.

En mi caso, llegué aún sin graduarme de la universidad, como reportera del semanario Calisur; luego pasé al área Metropolitana, y recorrí cada rincón de esta ciudad, mi ciudad, de la que me enorgullece ser conocedora. Pasé por las áreas de Revistas y Opinión, fui editora Comercial, también del Grupo de Investigaciones y Reportajes, y luego jefa de redacción, por quince años, hasta el 11 de agosto de 2023.

¿Cómo no querer un lugar en el que pasaste más de 26 años de tu vida y en el que tienes un espacio cada domingo para seguir escribiendo? Mi gratitud y admiración, por siempre, al diario de nuestra gente.

@pagope