Películas como ‘Intensamente’ (Inside Out) nos brindan una oportunidad única para entender cómo la ansiedad, junto con otros sentimientos, influye en nuestra manera de enfrentar las situaciones cotidianas. Estas emociones, que desencadenan la producción de hormonas y químicos en nuestro cuerpo, tienen una duración fisiológica de aproximadamente 90 segundos. Sin embargo, la forma en que interpretamos y reaccionamos a estas emociones puede prolongar su impacto en nuestro estado mental y físico.
Es alentador ver cómo las nuevas generaciones reciben una educación más accesible y empática sobre el reconocimiento y manejo de sus emociones. Esta enseñanza contrasta marcadamente con las generaciones pasadas, donde el tratamiento de la salud mental era frecuentemente estigmatizado y las personas con afecciones mentales eran a menudo internadas. Con el avance de la ciencia, ahora sabemos que los desequilibrios químicos pueden afectar a cualquiera y en cualquier parte del cuerpo, subrayando la importancia de un tratamiento y seguimiento médico adecuados.
La comprensión médica moderna ha revelado que los desequilibrios químicos generan síntomas en diversos sistemas del cuerpo, incluyendo el nervioso, digestivo y linfático. Esto exige un enfoque holístico para analizar y tratar cada afección. Por ejemplo, el estrés puede provocar problemas en el sistema digestivo y cardiovascular, mientras que la ansiedad afecta principalmente el sistema nervioso. Psiquiatras como la española Marian Rojas Estapé abogan por un estudio y tratamiento integrados de los síntomas para proporcionar una atención más completa y personalizada a cada paciente.
Rojas Estapé nos enseña que la ansiedad es una experiencia común y natural que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas, como ese miedo ante lo desconocido. No obstante, cuando la ansiedad se vuelve abrumadora, puede darse un trastorno de ansiedad, una de las condiciones de salud mental más prevalentes en la actualidad. Su trabajo enfatiza la importancia de reconocer y manejar nuestras emociones para mantener un equilibrio emocional y promover un bienestar integral.
Libros, artículos y películas como ‘Intensamente’ han sido una herramienta educativa poderosa para ilustrar cómo nuestras emociones interactúan y afectan nuestra vida diaria. Este enfoque visual y narrativo ayuda a desmitificar las emociones, resaltando la importancia de todas ellas, incluso las aparentemente negativas como la tristeza y la vergüenza, en el proceso de adaptación y bienestar emocional.
Es esencial que continuemos hablando abiertamente sobre nuestras emociones y estados de ánimo, tal como lo hacen las nuevas generaciones educadas en estos temas desde una edad temprana. Este diálogo sobre la ansiedad, la depresión y otros trastornos emocionales puede ayudar a reducir el estigma asociado con estas condiciones y alentar a más personas a buscar la ayuda que necesitan. Las instituciones educativas y los lugares de trabajo deben integrar programas de educación emocional que permitan reconocer y manejar los desequilibrios emocionales y químicos. Invito a todos a unirse a esta conversación y a continuar educándose sobre la salud mental. Aprender sobre nuestras emociones y cómo manejarlas nos beneficia individualmente y también fortalece a nuestra comunidad, creando un entorno más compasivo y solidario para todos.