Las imágenes son capaces de conmover a cualquiera. En ellas se ve la punta de una pequeña barca, y se escuchan voces de expectativa, voces que segundos después se transforman en sonidos de asombro, cuando una ballena jorobada emerge del mar como intentando hacer una pirueta con su enorme cuerpo para luego caer con un impacto seco y maravillar a los espectadores.

La escena podría ser perfectamente de una película, o de un documental de la National Geographic, pero no. Es un vídeo de escasos segundos que se volvió viral al mostrar uno de los grandes espectáculos que ocurren en nuestro Valle del Cauca, específicamente en la hermosa e inexplorada Buenaventura: la migración de ballenas jorobadas que llegan a nuestras aguas con la meta de aparearse y dar a luz a sus ballenatos: el milagro de la vida ocurriendo frente a nuestras narices.

Milagro en todo el sentido de la palabra, porque estos enormes y bellos cetáceos recorren 19.000 kilómetros desde la Antártida durante más de 260 días para regalarnos uno de los espectáculos más bellos de la naturaleza. La temporada de avistamiento, que comienza a mediados de agosto y se extiende hasta casi finales de octubre, es uno de los pretextos perfectos que tenemos para conectarnos con ese maravilloso Pacífico ancestral, hermoso y cultural, pero también olvidado por muchos.

Aunque en el 2023 la temporada de ballenas llevó a Buenaventura cerca de 230.000 turistas y promovió la partida de casi 10.000 embarcaciones hacia las playas de Bahía Málaga, Piangüita, Ladrilleros y demás, todavía resulta increíble pensar en que hay millones de colombianos y caleños que siguen sin conocer este maravilloso rincón de tierra vallecaucana bañada por la brisa, el mar, los manglares y las tradiciones orales de quienes allí se aferran.

Al menos alguna vez en la vida, usted debería darse la oportunidad de ir al Pacífico colombiano y dejarse atender de su gente, esa que canta, baila, que tiene mirada pura y que cocina como los mismísimos dioses, mezclando sus recetas autóctonas entre jaibas, camarones, ‘pescao’, viche, curao y arrechón.

Hoy en día hay diferentes tipos de planes y hospedajes para ir a avistar ballenas y de paso enamorarse de este sitio lleno de magia. Basta con hacer una búsqueda juiciosa por las redes para cotizar con diferentes compañías que tienen alianzas con personas que viven en este lugar. Hace unos años, por ejemplo, tuve la oportunidad de visitar Bahía Málaga de la mano de la agencia Agua Paradise y pude explorar playas y cascadas que jamás creí que estuvieran tan cerca de Cali.

Así que no lo piense más. Todavía queda más de un mes para darse la oportunidad de hacer parte de este milagro de la naturaleza recorriendo el Pacífico, una tierra que nos pertenece a todos, así muchos todavía no se hayan dado cuenta.