Las letras rojas y en mayúscula son una súplica que aguarda por un pronto regreso. El letrero sobresale en el segundo piso de una vivienda de Candelaria, Valle del Cauca: DESAPARECIDA. Sofía Delgado Zúñiga, 12 años, “desapareció en el corregimiento de Villagorgona, barrio La Victoria, desde el domingo 29 de septiembre, pasado el mediodía. Vestía short blanco y blusa morada”.
Justo hace 15 días no se volvió a ver a la niña, desde que salió de la casa de sus abuelos, rumbo a la suya, en busca de un champú para bañar a la mascota de su tía. Hay una cámara que registra a su paso, un carro blanco señalado como ‘sospechoso’. La desaparición y hallazgo de otras dos menores, y decenas de hipótesis. Incluso, se investiga si aún permanece en el barrio, no muy lejos de su hogar, porque no hay rastros de su recorrido, y la distancia entre ambas viviendas, la de sus abuelos y la suya, es muy corta. Su padre, Cristian Delgado, el pasado viernes dijo “todos somos sospechosos”.
Sofía hace parte de los 2440 menores de edad que este año han sido reportados desaparecidos en Colombia; 2000 de ellos en Bogotá, y 440 en el resto del país. No hay mayor información de estos casos y la que existe es incipiente. Solo los esfuerzos de medios de comunicación, que realizan especiales para contarnos sus historias, ponerle rostro a esas cifras que nos hablan de una ausencia, en la mayoría de casos, forzada. Tantos delitos detrás de ellas, tantas familias en la zozobra, tanta angustia en esas búsquedas diarias y eternas...
A mediados de este año, se aprobó, en último debate la Ley Sara Sofía o Alerta Colombia que “tiene como objeto crear y reglamentar la difusión de información de niños y niñas que se encuentren extraviados en todo el territorio colombiano, y de este modo activar los mecanismos de búsqueda, localización y recuperación inmediata”. La Ley se reconoce con el nombre de la menor de 2 años, desaparecida el 15 de enero de 2021, en Bogotá, en un caso que conmocionó al país, al saber que fueron su madre, Carolina Galván, y su pareja, Nilson Díaz, los responsables del hecho, que terminó con el asesinato de la pequeña.
En el mundo, se calcula que desaparecen 8 millones de niños cada año. La alerta Amber, se emplea como un sistema de emergencia para agilizar las búsquedas de menores, sumando los esfuerzos de la comunidad, en distintos países. El nombre surge de otra dolorosa historia, la de la niña Amber Hagerman, de 9 años, secuestrada y asesinada en Texas, en 1996. En Argentina, este mismo mecanismo se conoce como Ley Sofía, recordando a Sofía Herrera, de 3 años, que desapareció en 2008, en un camping de Río Grande. Cientos de historias dan cuenta de un drama frente al cual la Unicef hace permanentes llamados para que los gobiernos no bajen los brazos y activen todas las medidas que hagan posible que las y los menores vuelvan a casa, o a un lugar seguro.
En Villagorgona, Valle del Cauca, esperan que Sofía Delgado Zúñiga esté a salvo y regrese pronto a casa. Esta semana, en una velatón para orar por ella y clamar por ayuda, Lady Zúñiga, su madre, le pidió atención al presidente Gustavo Petro, así como a las autoridades regionales. “Quiero escuchar un pronunciamiento de ustedes, no se pueden seguir desapareciendo los niños. En este momento estamos pasando por un dolor muy grande”.
En tanto, el padre de la niña, Cristian Delgado, dice que continúan con toda la esperanza puesta en Dios, “y el sentimiento de que uno sabe que mi hija está viva. Yo sé que mi hija está encerrada en algún lado, pero, con la ayuda de Dios, pronto va a regresar a casa”. Que así sea, que la búsqueda no cese, y que Sofía y tantos menores desaparecidos sean una prioridad. @pagope