Sigue la energía en toda la ciudad. Es como si cada uno de nosotros se hubiera tragado unas pilas de esas de los conejitos Eveready o de los pollitos amarillos que venden por la calle, y seguimos con el ritmo adentro.
Hasta finales de diciembre no pararemos. Este próximo jueves se inaugura oficialmente la FILCali, Feria Internacional del Libro de Cali que va hasta el 24; de noviembre. Se viene con todas. Una especie de tsunami de letras, palabras unidas que se convierten en libros, novelas, poemas, testimonios, cuentos infantiles.
Stands de editoriales nacionales, internacionales, carpas para conversatorios con diferentes autores, gastronomía. El Bulevar del Río será de nuevo el epicentro de esta fiesta literaria. El país invitado es Japón. Con una programación de lujo: escritores, talleres de origami, karate, manga, artes marciales.
Además de una muestra gastronómica nunca vista en Colombia y el gran Maestro de la Caligrafía. Gracias a la Embajada del Japón, el Centro Cultural Colombo - Japonés y otras entidades y empresas. Toda la magia de ese país, para disfrutarlo bajo la brisa caleña en el Bulevar del Río.
Felicitaciones especiales a Paola Guevara, a todos los patrocinadores y a su equipo apasionado. Creo que es ya la novena FILCali, que demuestra una vez más, complementada con el Festival septembrino de la Biblioteca Departamental, Oiga, Mire, Lea que Cali sí lee, sí está ávida de cultura y de conocimiento.
Siguen los eventos. En la Fundación Obeso-Mejía, el 22 de este mes de noviembre nada menos que El Fondo de Cultura Económica inaugura su gran librería María, llamada así en honor a la novela vallecaucana de Jorge Isaacs. Me cuentan que esta casona Torrelavega se convertirá en un Centro Cultural. Sin duda otro hit para Cali.
Luego viene diciembre con sus velitas, sus novenas de Navidad y villancicos, sus luces de colores. Ese ambiente de paz y ternura que aflora de lo más profundo de nuestro ser.
Y las Ferias. La de la Salsa y desfiles coloridos, alegres, frenéticos, contagiosos de alegría.
También la Taurina. Cañaveralejo abrirá sus puertas con unos carteles de primerísima categoría y las mejores ganaderías.
Luis Bolívar y un equipo de quijotes lograron lo que parecía imposible. Traer de nuevo los clarines, el pasodoble, los lidiadores y sus trajes de luces, para continuar esta sagrada tradición de arte y valor.
Como ven, no pararemos. Seguiremos con las pilas puestas para que Cali siga retomando su historia. Capital Cultural. Capital Deportiva. Capital musical, empresarial, pujante, arrolladora, biodiversa, cívica, que está metida en el corazón.