Más de 900.000 personas visitaron la Zona Verde, en el corazón de la ciudad. Ocho mil lo hicieron a diario en la Zona Azul, donde se discutieron los acuerdos en pro del planeta. El número de visitantes, hospedados en hoteles y más, supera los 23.000. Tuvimos 600 eventos académicos y 31.000 participantes de todo el mundo en ellos.
Con este primer balance queda claro que la COP16 fue un rotundo éxito para Cali y el país, y que el evento nos consolidó como una ciudad capaz de hacer lo que se propone. Por eso, el aplauso caleño del viernes en la tarde, para darnos las gracias, fue tan sentido, así como el baile masivo de nuestra salsa. Por eso, las portadas de los medios, como El País, fueron tan significativas y quedaron en la memoria. Por eso, la gente se colmó de emoción y le compartió a su mundo digital todo eso tan bonito que se vivió en su Cali, en la Sucursal del Cielo, la ciudad cálida en la que nacimos tantas y tantos, y que muchos más hicieron suya. Vivimos la COP16 con toda, como sabemos hacerlo, aquí nada es a medias. La vivimos con música, cultura, conciertos, porque eso también somos.
Pasada la página, pero con el grato sabor de lo ocurrido, ahora nos preguntamos: ¿Cómo capitalizamos todo lo vivido?, ¿y ahora, qué sigue para nosotros como ciudad? Preguntas hechas en mi cuenta @pagope de la red social X a las que respondieron más de 40 personas con ideas como estas: “consolidar y darle permanencia al centro peatonal alrededor de la Plaza de Cayzedo, algo que se disfrutó a marras; lograr la unión de Cali con sus municipios vecinos para poder establecer una agenda metropolitana, proyecto que va andando; potencializar ferias artesanales y culturales, con vitrina internacional y estrategias de mercadeo acertadas, que generen resultados en la captación de turistas”. Por ejemplo, Travesía Paraíso, la feria de emprendimiento durante la COP16, en la Plazoleta de San Francisco, tuvo 600 emprendedores de todo el país, generó $ 2500 millones en ventas y 230 mil visitantes.
Veamos otras ideas ciudadanas: “Seguir con el proceso de recuperación de todos sus espacios y apostar por nuevos eventos de talla mundial; darle fuerza a nuestra nueva narrativa, que recoge la potencia cultural, empresarial, étnica y biodiversa: somos potencia mundial de biodiversidad, somos una gran biodiverciudad. Turismo regenerativo, avistamiento de aves, circuito gastronómico, con enfoque de producción campesina, promoción de artistas locales en ejercicio de cooperación...
Cali necesita y puede con eventos de talla mundial: se debe realizar uno medio ambiental cada año; y potencializar las iniciativas culturales y ambientales. En ese sentido, tendremos feria de la biodiversidad, cada noviembre. Brindarles apoyo a los ecobarrios existentes; desarrollar proyectos urbanísticos para impulsar el de centro histórico y San Antonio, unir la plaza de Cayzedo al occidente con San Antonio y El Peñon, hacia el norte con la Sexta y Granada... tantas cosas de las que se han hablado y otras nuevas que surgen...”.
Si los Panamericanos del pasado siglo nos impulsaron para crecer como ciudad, que sea la COP16 el gran cimiento que nos haga reverdecer. De las muchas respuestas al ejercicio digital, dejo esta de John Valdivieso como cierre, porque resume gran parte de nuestro sentir: “Cali siempre ha sido ‘flor y fruto de nuestro país, mundo y patria, que es cuna y es aula, es taller, templo, estadio y jardín’ como quien dice hacemos camino... hay mucho por ofrecer...”. ¡Que así sea!, que todo lo bueno, bonito y valioso eche raíces en la Cal pos COP16. @pagope