Las personas celotípicas experimentan una preocupación recurrente, intensa e infundada de que sus parejas les son infieles o les engañan de alguna manera. La naturaleza de estos celos es irracional y en consecuencia no se pueden combatir por medio de explicaciones lógicas o tratando de justificar comportamientos. Las ideas detrás de los celos obsesivos generan conflictos en las relaciones interpersonales y afectan negativamente la calidad de vida de quienes los padecen. Si bien la más directamente afectada es la pareja, otros allegados también sufren las consecuencias. Para comprender las causas de la celotipia es necesario analizar diversos factores que contribuyen a su desarrollo, incluyendo:
*La inseguridad emocional. Las personas que tienen una baja autoestima o una percepción negativa de sí mismas tienden a sentirse amenazadas por la posibilidad de perder a sus parejas. La pobre autoestima alimenta los celos y genera intentos, siempre fallidos, de control (por ejemplo, para intentar mantener a la pareja cerca o para evitar el supuesto engaño).
*Experiencias traumáticas previas de traición o abandono. Si una persona ha sido engañada o herida en relaciones anteriores, es posible que desarrolle una actitud defensiva y desconfiada hacia las futuras parejas. Los traumas emocionales no resueltos pueden generar un miedo constante a ser lastimada nuevamente, lo que lleva a una actitud de hipervigilancia. Tal actitud invariablemente fracasa pues los celos son irracionales.
*Relaciones conflictivas crónicas en las cuales nadie está contento ni parece estar aprendiendo de la experiencia. Pero a pesar de lo poco gratificantes, sorprendentemente son relaciones que duran muchos años. En esos casos es como si los celos fueran el cemento que los mantiene unidos.
*La falta de comunicación y la incapacidad para expresar las necesidades emocionales también pueden ser factores asociados a la celotipia. Cuando las parejas no se comunican de manera efectiva y no enfrentan los problemas de confianza y seguridad, los celos se incrementan y se convierten en una preocupación constante.
*Los rasgos paranoides de la personalidad agravan la interpretación errónea de las acciones del otro, alimentan la inseguridad y por ende, los celos.
*Los factores sociales también pueden jugar un papel en el desarrollo de la celotipia, pues si bien en la mayoría de las culturas es considerada como anormal, en algunas sociedades los celos son considerados como una muestra de amor y posesión, lo que puede llevar a una normalización de este tipo de comportamientos.
*Los medios de comunicación y algunos populares programas del entretenimiento, perpetúan estereotipos románticos que pueden alimentar los celos patológicos en algunas personas.
La celotipia es un trastorno que requiere un apoyo psicológico adecuado. Sin perder de vista su naturaleza crónica y su propensión a la recurrencia, la psicoterapia podría ayudar a algunas de las personas que la sufren, a comprender sus emociones y a fomentar relaciones más equilibradas.