“Las pandemias futuras surgirán con más frecuencia, se propagarán más rápidamente, harán más daño a la economía mundial y matarán a más personas que la Covid-19 a menos que haya un cambio transformador en el enfoque global para hacer frente a las enfermedades infecciosas”, advierte un informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes).

El informe ve un vínculo directo entre la destrucción constante del hábitat natural mundial por parte de la humanidad y el brote de epidemias. Estima que hay hasta 850.000 virus en mamíferos y aves que pueden transmitirse a los seres humanos, y pide centrarse en prevenir los brotes y no solo en depender de la contención a través de vacunas, medicamentos y otros tratamientos.

La pandemia de coronavirus ha aumentado nuestra atención sobre el vínculo cada vez más intenso entre la destrucción del medio ambiente natural y el brote de enfermedades zoonóticas. La Covid-19, que ahora está afectando a todo el mundo, probablemente provino de un mercado de vida silvestre (donde los animales se venden como alimento mientras están vivos).

Por lo tanto, para reducir las posibilidades de un próximo brote, este informe, así como otros informes de expertos, piden la adopción de un enfoque preventivo, que incluya la reducción del contacto humano-animal, al disminuir la motivación de la humanidad para expandirse a lugares como bosques, sabanas y humedales.

Sin embargo, ¿qué pasaría si se pudieran producir más alimentos utilizando menos tierra? ¿Qué pasaría si pudiéramos aumentar la productividad en lugar de aumentar las tierras agrícolas? ¿Usar menos agua para cultivar más frutas y verduras? Además, ¿es posible reducir las tierras agrícolas del mundo para permitirles recuperarse nuevamente sin renunciar a las necesidades humanas en los cultivos? ¿Es posible mantener la seguridad alimentaria e incluso fortalecerla mientras se reduce el riesgo de nuevas pandemias?

Basándonos en nuestra experiencia en Israel, creemos que todo esto es posible hoy, gracias a una amplia gama de tecnologías, muchas de las cuales son más económicas y sencillas de usar que las que se practican en el mercado global. Por ejemplo, el riego por goteo puede reemplazar el riego por inundación, que consume enormes recursos naturales. El uso de aguas residuales purificadas para la agricultura puede salvar a muchos cuerpos de agua de la contaminación. Cabe resaltar que estas tecnologías son hoy más asequibles en Colombia gracias a los beneficios del TLC con Israel.

El cultivo intenso de alimentos en invernaderos puede reemplazar grandes áreas donde los cultivos son limitados y ahorrar dinero. Prácticas que serían de gran beneficio para Colombia. Todo esto puede ayudar en gran medida a reducir el contacto entre los seres humanos y la vida silvestre, preservar el medio ambiente natural y, por lo tanto, reducir la posibilidad del próximo brote de pandemias.

Israel, como líder en los campos de la agricultura, el agua y la reforestación en zonas semiáridas, tiene mucho que ofrecer. Las empresas israelíes son consideradas en general como innovadoras y pioneras en estos campos y pueden cumplir el importante objetivo de reducir el contacto entre la vida silvestre y los humanos y, al mismo tiempo, ayudar en gran medida a la preservación del ecosistema natural.
Estaremos encantados de cooperar y compartir el conocimiento de Israel según sean las prioridades de países amigos como Colombia.

*Embajador de Israel en Colombia

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