Durante estas dos semanas, hemos sido testigos de un nuevo renacer en Cali. La ciudad que todos amamos ha brillado en el escenario global, y ver a los caleños reunidos, con sonrisas y miradas llenas de esperanza, ha sido una experiencia indescriptible. La Gobernadora y al Alcalde bailando salsa en el cierre de la Plaza de Cayzedo es una demostración de que sincronizados todo es más fácil y que aquí trabajamos duro, pero gozamos; es nuestra identidad.
Cada rincón de Cali ha palpado la energía de la COP16. Por dos semanas, nos convertimos en el hogar de más de 15.000 turistas, disfrutando de una ocupación hotelera del 91% y generando ingresos a este sector por 11 millones de dólares.
Estos números son más que datos; son testimonios de una ciudad que resurge y se posiciona como un destino clave en el mapa global. Dijimos que éramos capaces y lo demostramos. Hoy nos sentimos más caleños y vallecaucanos que nunca. Hoy ya no tenemos miedo a soñar en grande, porque le hemos demostrado al país y al mundo que nuestra historia nos ha hecho más fuertes, que nuestro poder de resiliencia es incalculable, y lo más importante, nos demostramos a nosotros mismos, que cuando unimos nuestras fuerzas y trabajamos juntos, no hay meta que no podamos alcanzar.
Nos reenamoramos de Cali, del Valle y de su biodiversidad con la majestuosidad de sus farallones y los bosques de niebla. Cali es la ciudad de las aves y la casa de más de 2000 especies de fauna y flora que solo se encuentran en esta parte del mundo. Cali es el hogar de Floresimila, nuestra gata de la biodiversidad, y lo mejor, somos una región con un tejido empresarial vibrante e innovador, listo para liderar nuestra transformación hacia una biodiverciudad.
Nuestros empresarios y sus familias también encontraron en la COP16 oportunidades y sueños renovados. Más de 3 mil empresarios y empresarias del mundo participaron de las conversaciones en la Zona Azul. En los auditorios de la Cámara de Comercio de Cali y la Casa Empresarial para la COP16 asistieron 11 mil personas en 139 eventos donde conversaron y debatieron con académicos, representantes gubernamentales, expertos internacionales, líderes de comunidades, entre otros.
Las más de 900 mil personas que caminaron por Zona Verde incrementaron las ventas de emprendedores que estuvieron en los espacios de la Cámara de Comercio de Cali en 257 %. Cada contacto nuevo y alianza forjada son testimonios de nuestra resiliencia y capacidad para superar desafíos.
Gracias, caleños y caleñas, gracias a todos los vallecaucanos que hicieron esto posible. La COP16 nos permitió volver a soñar y recordarnos que, por encima de todos los indicadores, es nuestro espíritu colectivo lo que resuena. Cuando estamos juntos, podemos lograr lo que parecía imposible: ¡Hacer la mejor COP en seis meses! Al sector privado y al sector público nos queda un gran compromiso: devolver a nuestro planeta un aire de naturaleza positiva. El legado de la COP16 es un llamado a la acción, un recordatorio de que el camino hacia un futuro sostenible comienza con cada uno de nosotros y el 2025 será un año para capitalizar y proyectar lo logrado, poniendo nuestra región en el centro del debate de la biodiversidad mundial. No podemos quedarnos cortos en esa tarea.
2024 ha sido un año de grandes aprendizajes, y estamos cerrando con broche de oro al ratificar que sí podemos emprender proyectos de talla mundial. Tenemos entonces que, con pasión y determinación, construir de aquí en adelante un futuro más verde para Cali y el Valle del Cauca.