El logro de conseguir un evento de las dimensiones de la COP 16, el más grande del planeta en su género, tiene muchos antecedentes que hablan de nuestras fortalezas, a veces tímidamente destacadas, pero que terminan siendo diferenciadores impresionantes. La biodiversidad, la capacidad hotelera, la dirigencia publica y privada y el Centro de Eventos Valle del Pacífico, entre ellos. Personalmente, estoy feliz porque se reconfirma la visión con la que en su momento, hace 20 años, soñamos e implementamos la construcción del CEVP, con el liderazgo de Julián Domínguez Rivera como presidente ejecutivo de la Cámara.

Estoy feliz porque el tiempo está dando las respuestas a tantas preguntas que por desconocimiento o Calibalismo, se nos han hecho a lo largo de muchos años.

“Por qué no lo hicieron más cerquita, por ejemplo detrás del Hotel Intercontinental o en la antigua Plaza de Toros cerca del Paseo Bolívar?” Hemos explicado muchas veces que en esa época, contratamos con el aval de la junta directiva que presidimos Rosita Jaluff de Castro y el suscrito, la asesoría alemana, los grandes expertos en ferias y grandes eventos. Ellos señalaron varias alternativas y una de ellas era la autopista Cali - Yumbo para aprovechar la cercanía al aeropuerto, conectividad vial y hasta férrea, además de las posibilidades de expansión.

“¿Por qué escogieron ese predio?” Propiedad de Constructora Meléndez y conocedores de la generosidad cívica de la familia Garcés Giraldo, un día Rosita, Julián y yo tuvimos la osadía de visitar a Carlos Jorge Garcés, presidente de la constructora y a su gerente Lucho Maldonado, para pedirles que le donaran a la región un predio sobre esa autopista para desarrollar allí el gran centro de exposiciones, pues la ciudad tenía potencial para atraer grandes eventos y los salones de los hoteles estaban quedando pequeños frente a la tendencia. Les presentamos el estudio de los alemanes y Carlos Jorge y Lucho con una solidaridad y visión invaluables, acogieron nuestra ‘descarada’ petición, solo que no como una donación, sino como aporte societario al desarrollo, con lo cual nosotros también garantizábamos unos valiosos vigías con conocimiento de la actividad inmobiliaria.

“¿Por qué tan grande?” Porque debía cumplir los estándares de actividad ferial y de exposiciones, la cual frecuentemente financia la parte académica y social de los gremios y realizadores de eventos. Además, para que se pudieran integrar las zonas y así realizar grandes conciertos y actividades de formato universal.

“¿Por qué hay que caminar tanto, pues los parqueaderos están lejos?” Siempre les contesto: ¿Preguntas lo mismo cuando estás en Disney o en los centros feriales del mundo? Así se llega a las ligas mayores, pensando en grande y dejando capacidad de expansión al proyecto inicial.

Hoy cuando la COP 16 arranca y conocedores que el CEVP fue fundamental para que la comunidad internacional mirara a Cali con apetito, valoro como nunca la visión y tenacidad de Julián, de Rosita, de Gladys Barona desde el comercio, de Ana Teresa Segura desde la hotelería, de Jorge Alberto Durán y Alberto Sinisterra en CCC, de Santiago Castro en el Congreso para las exenciones, de Maurice Armitage y de tantos empresarios generosos, de proveedores como Plataforma y de cientos de personas que creímos y nos comprometimos en esa quijotada, hoy entendida y valorada.

Ahora a seguir pensando en grande. A fortalecer y financiar el Buró de Convenciones para que salgan por todo el mundo a conseguir los eventos más grandes, pues con la COP 16 estamos demostrando que esta región está para grandes desafíos y posicionarnos a través de estos es una estrategia que traerá éxito colectivo. ¡A volver a pensar en grande!