Cuando se empezó a hablar del grupo Wagner y de la crueldad de sus procederes en contra de la población ucraniana nos estremecimos. Ya era bastante la agresividad del poderío ruso para que, adicionalmente, Putin contratara miles de despiadados mercenarios que, con sevicia, avanzaran en la invasión.
Los mercenarios fueron sacados de las cárceles, escogidos por su sanguinaria trayectoria como asesinos y violadores para que redujeran sus penas a cambio de prestar sus servicios al grupo Wagner, constituido por el multimillonario ruso Yevgeny Prigozhin, gran amigo de Putin. Precisamente por esa relación, el mandatario ruso era invitado permanente a los restaurantes de Prizgozhin, uno de los negocios del magnate, relación que le valió a este ser apodado ‘el cocinero de Putin’.
El nombre del grupo fue un homenaje al célebre músico alemán Ricard Wagner por ser el preferido de Hitler. En junio, Prigozhin sorprendió al mundo cuando decidió voltear su artillería, ya no contra la martirizada Ucrania, sino contra la propia Rusia, seguramente impactado por el coraje y la resistencia inspirada desde Kiev, impensable en el tiempo, así como por el acompañamiento del mundo occidental y las consecuencias que están teniendo las inversiones rusas en el planeta como consecuencia de la soberbia y el abuso inhumano de Putin.
Solo la habilidad del presidente de Bielorrusia pudo convencer a Prizgozhin de no avanzar contra Moscú, pero Putin jamás olvidaría este revés que consideró una traición.
Lo cierto es que la historia de la humanidad, también es la de las guerras, las conquistas, la expansión de los imperios, la búsqueda a cualquier precio de mejores tierras o de elementos básicos para la subsistencia o ser potencias comerciales. Y en esas luchas, desde Jerjes o Alejandro Magno, los mercenarios han estado presentes. La definición básica de mercenario es aquel que lucha a cambio de dinero sin motivación ideológica, por eso se les conoce como ‘soldados de fortuna’.
Lo más triste es que la industria de los mercenarios se ha hecho mucho más popular de lo imaginado. Colombia no ha sido la excepción en la exportación de personal militar que a su retiro terminan siendo contratados por países foráneos.
¿Cuánto gana un exmilitar colombiano en Dubai? Más de $ 12 millones; hay colombianos en Ucrania ganando entre 13 y 15 millones de pesos. Si hablan inglés y demuestran ser entrenados en áreas especializadas, tendrán un plus en su ingreso.
Los colombianos son reconocidos por su habilidad militar y la posibilidad de ser contratados con salarios relativamente bajos. El caso más lamentable entre mercenarios colombianos es el sucedido en Haití. Aparentemente, fueron contratados para protección de empresarios extranjeros en ese país y terminaron siendo ‘ganchos ciegos’ en el asesinato del presidente Jovenel Moise. Como consecuencia, tres perdieron la vida y 18 colombianos están detenidos en las peores condiciones de reclusión que podamos imaginar.
Usualmente, el final de los mercenarios es consecuente con su vida: miserable. La búsqueda de dinero que sustituye la causa nacionalista, religiosa o ideológica, termina siendo la motivación para que alguien los elimine por la misma causa por la que ellos trabajaron: la paga.
Todo indica que la explosión del avión la semana pasada en el que murió Yevgeny Prigozhin y algunos de sus lugartenientes fue un atentado. En el grupo Wagner ya sentenciaron que esa muerte no se quedará sin venganza. Veremos quién muere primero, si los vengadores o el capo que los motivó inicialmente. Ese es el destino de quienes deambulan por ese mundo de crueldad y escasez de principios.