Él es Joaquín Sabina, el conocido cantautor español de 74 años de edad, quien después de un largo receso obligado por cuestiones de salud, se encuentra cumpliendo, con brillo, una gira mundial de 29 conciertos que lo llevará a Estados Unidos y Latinoamérica, para felicidad de sus millones de admiradores. Poeta, músico, pintor, mago del idioma español, (discípulo de Quevedo), literato, experto en contar cuentos (generalmente de amor) por medio de sus canciones, roquero, compositor, premio Goya, etc. Un talento prodigioso e indiscutible que compartió escenarios con los más grandes (entre otros Joan Manuel Serrat). Deleitándonos con éxitos como “Y nos dieron las diez”; “Nos sobran los motivos”; “19 días y 500 noches”; “Sin embargo te quiero”; y, centenares de otras joyas.
Políticamente, Sabina siempre fue un izquierdista furibundo que tomó riesgos mortales para defender sus ideas; se involucró en operaciones que llegaron a ser violentas, falsificó documentos para escapar de la represión durante los años de Franco, se exilió en Inglaterra, participó en debates en la URSS para reafirmar su fidelidad a su partido y sigue defendiendo ideas progresistas a favor de los pueblos y la libertad. Aunque en este largo proceso de su vida Sabina fue replanteando su adhesión a las revoluciones latinoamericanas en Cuba, Venezuela y Nicaragua que, según él, se han degenerado y desviado de su propósito inicial y desembocado en regímenes totalitarios, por el cual él se siente “traicionado”, “cabreado” y decidido a denunciar las derivas castristas, otras y crímenes que nadie puede ocultar.
En canciones como “Leningrado” o documentales como “Sintiéndolo todo”, y constantes declaraciones muy directas, Sabina grita su decepción y su ruptura y le dice: “¡No!” a la izquierda latinoamericana, sin excusas ni eufemismos. En esta columna solo recojo algunas declaraciones suyas sobre el tema, ya que él se expresa mejor que nadie.
-Para Sabina Cuba y Venezuela son un ejemplo de “lo patético de las utopías”.
-Al respecto dice: “Fíjate en lo que está sucediendo hoy mismo en Venezuela o en la Cuba castrista que fue la revolución de mi juventud”, y ya no lo es.
- Sabina sigue simpatizando con el movimiento de izquierda español “Podemos”, pero aclara: “Ellos siguen apoyando a (Nicolás) Maduro y a la Revolución Bolivariana y yo no puedo apoyar eso, ¡de ninguna manera! Venezuela es el país más rico de América Latina y está harapiento, no hay libertad de prensa, no hay separación de poderes. Es imposible seguir defendiendo eso”.
-Califica Cuba, Venezuela y Nicaragua de “fracaso histórico”.
-Y repite con vehemencia: “Ahora estoy del lado de los que manifiestan y de los que se exilian. Los que hemos sido de izquierda tenemos la responsabilidad de decir la verdad ante algunos desastres de la izquierda”.
-Cuando alude a Daniel Ortega de Nicaragua habla de “infamia” y “traición”.
-Explica su ira diciendo: “Tengo ojos, oídos, y cabeza para ver las cosas que están pasando con la izquierda latinoamericana”
- Califica el régimen cubano de “gerontocracia que no sabe cómo abrir las puertas y que inevitablemente se van a abrir”.
Y otras infinidades de duras críticas que siente la obligación de expresar en nombre de la verdad. Convencido como bien lo dice que “La lógica nos hará libres”. Y que “rectificar es de sabios”.