Por estos días, en que cientos de personas visitan el alumbrado navideño, que según algunos medios de comunicación es el mejor de Colombia, la ciudad se siente más viva que nunca. ‘Cali, un sorprendente relato popular’ es el nombre del recorrido de dos kilómetros, en el que ‘Kike’, el personaje central, viaja a través de la historia de la salsa desde los años 50 del Siglo XX hasta la actualidad. Son más de 5 millones de bombillos en distintas formas y experiencias, que crean decenas de postales caleñas decembrinas, hoy esparcidas en las redes sociales y en los recuerdos que se comparten de nuestra Navidad al mundo.
No hay discusión, el alumbrado navideño se ha convertido en el gran protagonista de este diciembre en Cali, contrastando con lo ocurrido hace tres años, cuando en plena pandemia se invirtieron extravagantes sumas en una Feria Virtual cuestionadísima, y justo esta semana Jorge Iván Ospina fue citado por la Fiscalía para imputarle cargos por la presunta comisión del delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, relacionada con la firma del contrato navideño de 2020, por un valor de $10.334.292.032. Los clarososcuros permanentes de una administración que estuvo tantas veces en el ojo del huracán.
Más allá de lo que la Justicia a bien dictamine por los hechos descritos, y volviendo al 2023, al ver todo el movimiento de ciudad que se genera en torno al alumbrado caleño, habría tantas posibilidades por explorar… Sabemos crear espacios que invitan y atraen; tenemos una historia y una cultura poderosa que nos distinguen. Sin desconocer las otras muchas melodías que hacen parte de nuestra banda sonora, es la salsa el valor diferencial por el que Cali es reconocida en el mundo, incluso como el principal lugar donde aún se escuchan artistas y existe todo un movimiento en torno a las nuevas sonoridades que se rotan en el barrio, señores, porque los circuitos comerciales son inaccesibles, o porque esa es la otra manera de contar su cultura, marginal, urbana y exquisita.
En otrora se ha hablado de proyectos como el Paseo de la Salsa, el circuito de la Cali Rumbera, entre otras ideas, que podrían cristalizarse y atraer el turismo en torno al patrimonio cultural que representa la salsa para Cali: la industria que se genera en torno a ella, las escuelas de baile, las orquestas de ayer y hoy, la ruta del sabor, los museos de la salsa y toda una serie de atractivos tan poderosos. Fíjense, por ejemplo, que el alumbrado ha sido masivo, no solo de salseros, es un asunto de cultura, de explorar, de sentir la ciudad en sus costumbres, sonidos, bailes, formas de expresar la vida.
La idea de hacer un circuito desde el Paseo Bolívar hacia todo el Bulevar y culminar en el Parque de las Piedras demuestra que este lugar puede ser tantas cosas en tantos momentos. Como en octubre es el corazón de la Feria Internacional del Libro, que ‘ilumina’ de otra manera la ciudad, con letras, conversatorios y gente sintiendo la cultura. Podría ser un reto interesante para ese Plan Cali 500 que esta semana presentó el alcalde electo, Alejandro Eder, y que estará a cargo de Diana Rojas.
Todo ello solo posible con un verdadero apoyo y respeto a quienes representan y viven de la salsa, en donde hoy se exige trato digno y no de limosneros, al pagarles a destiempo por su trabajo; al no tenerles en cuenta; al no respetar las localías, con todo y lo necesario que resulte traer a los ovacionados artistas internacionales.
Que esta bocanada de vida de ciudad que nos ha traído el alumbrado navideño 2023 sea la oportunidad para mirar de qué manera potenciamos nuestro ADN con proyectos atractivos que atraigan el turismo, generen empleo y el reconocimiento de nuestra Cali. Con salsa de aquí, con mucho maní…
@pagope