Fue muy emocionante la realización del congreso de Confecámaras ‘Empresarios, Regiones y Cámaras que Mueven al País’; tuvo lugar los días 7 y 8 de septiembre en Cartagena. Fue un congreso distinto y lo fue porque privilegiamos las emociones, aquello que estamos fomentando más en el país, que es destacar que los empresarios tienen corazón y son los motores de Colombia y a la vez promover la confraternidad, aspectos en donde sin duda es fuerte la red de Cámaras de Comercio.

A lo largo de los dos días hicimos un viaje fascinante con empresarias y empresarios, jóvenes y mayores, que apenas han empezado sus negocios o que los tienen consolidados, que han fracasado y de nuevo salido adelante o que llevan muchos años de crecimiento, que representaron a todas las regiones del país, esa capilaridad en el territorio tan olvidado por la Colombia central.

Porque a partir del empresarismo se ha construido el país, un ejemplo que ha impulsado a muchas personas a creer en sí mismas, en sus capacidades, y por eso hoy el 98% de las empresas colombianas son micros y pequeñas, muchas de ellas representantes de la economía popular.

En este sentido, desde que se crearon las primeras Cámaras de Comercio, hace más de cien años, han estado al lado de sus empresas en las buenas y en las malas, como ocurrió con la pandemia.

Con un énfasis fundamental: la colaboración entre las empresas a través de la asociatividad, especialmente rural, contribuyendo a crear cadenas productivas que les permitan apoyarse, fortalecerse y vender en otras regiones o en otros países, en línea con la apuesta por reindustrializar el país.

También en acciones con el Gobierno como 12 Centros de Reindustrialización – Zascas, que buscan potenciar el desarrollo de la economía popular con servicios, capacitación, tecnología e innovación. En el programa FortaleSER con una meta de 3.000 microempresas formalizadas. En Fábricas de Productividad y Sostenibilidad, donde 6.490 empresas han logrado incrementar su productividad en 33%. En estas y otras acciones, las Cámaras de Comercio han logrado ejecutar 683 mil servicios para empresas de todos los tamaños en el último año.

Trabajan, asimismo, en promover en conjunto con los sectores público, privado, académico, social y fundacional, políticas de gobierno, algunas transformadas en políticas de Estado, con un gran aliado que es el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en cabeza del doctor Germán Umaña. Un ejemplo es la política de reindustrialización, cuyo objetivo es transitar hacia una economía del conocimiento, productiva y sostenible.

Sin duda, Colombia se plantea hoy ambiciosos retos en materia productiva, de transición energética y crecimiento económico. Para ello, debe cerrar filas en el apoyo a sus empresas, como la de una gran mujer que se convirtió en el símbolo del Congreso de Confecámaras, Alcira Román, de 73 años, que empezó su emprendimiento de vinagres naturales en Santander a los 65 años con la marca ‘LaChila’, ejemplo de pasión por lo que hace y compromiso social al trabajar con madres cabezas de hogar. Ella nos mostró que para lograr un mayor desarrollo el país debe fortalecer la confianza.