La escena, viéndola sin ojos de hincha, es más bien graciosa. Corría el minuto 28 del partido entre Colombia y Ecuador de este martes por las eliminatorias, cuando James Rodríguez entra al área y le da un pase a Jhon Córdoba para que defina solo frente al arco y marque el empate. Pero, de manera insólita, y casi cantinflesca, el experimentado delantero se enreda con la pelota, trastabilla y no puede convertir un gol que parecía cantado.
El objetivo, claro está, no es burlarse de Córdoba, ni destruirlo, ni más faltaba. Solo él sabe todo lo que le ha costado conseguir lo que ha logrado en su carrera. Sin embargo, esa acción en la que aparece frente a todos fallando una anotación que hubiera puesto en partido a Colombia (que terminó perdiendo 1-0) es una metáfora de lo que viene pasando hace mucho con el puesto de goleador en la Selección. Un cargo que sigue vacante desde los días de gloria de Radamel Falcao García.
Las estadísticas son claras. En las eliminatorias pasadas perdimos el cupo al Mundial de Qatar 2022 por falta de gol. Estuvimos seis partidos consecutivos sin marcar, a pesar de tener hombres interesantes en ataque como Duván Zapata, Rafael Santos Borré, Luis Fernando Muriel y Miguel Ángel Borja.
Y el buen sabor que dejó la Copa América 2024, nos hizo olvidar por un momento que logramos llegar a la final de ese torneo sin tener un goleador, ya que los máximos anotadores fueron Muñoz, un defensa; y Lerma, un volante, quienes marcaron los mismos tantos (2) que el ya citado Córdoba.
Entonces, más allá del bajón de algunos jugadores, y de los errores que haya podido cometer el técnico Néstor Lorenzo, es claro que el problema de la falta de un goleador de peso está afectando las aspiraciones de Colombia de por fin dar un salto de calidad. En este fútbol actual, de los conceptos modernos, disculpamos a un delantero que no hace goles por su sacrificio y por entrar en el circuito, pero no nos metamos mentiras, en cualquier época, siempre ha sido fundamental tener a un tipo que meta el balón con la cabeza, con las rodillas, con el pecho, con la nariz o con lo que sea. Los partidos y los títulos se ganan metiéndola, y eso nadie lo puede refutar.
Pero el problema de fondo es que no se ve quién pueda ocupar con maestría ese rol. En las categorías menores no ha vuelto a surgir un ‘Killer’ que nos ilusione, y en el campeonato local, los goleadores del año son Dayro Moreno, Carlos Bacca y Hugo Rodallega, quienes pasan de los 38 años. ¿Será que va a tocar ‘desempolvar’ a alguno? El problema es el gol y no se ve, por ahora, quién podrá resolverlo.