En Colombia tenemos la extraña idea de que un único y poderoso salvador nos sacará del agujero en el que estamos y esa lógica crece conforme avanzan los años. El imaginario del superhéroe solitario captura nuestras pantallas de televisión, nuestras mentes y, por ende, nuestra política.
El año pasado, un estudio financiado por la Fundación Origen de Bogotá y adelantado por Ipsos, identificó cuáles son los atributos del liderazgo político que más buscan los electores en los candidatos para tomar la decisión de su voto. El resultado evidenció que los atributos de mayor preferencia, tanto de manera consciente como pasional, se acercan mucho a un super individuo solitario que tiene un liderazgo movilizador de cambios; una persona con visión estratégica de país y capacidad de tomar decisiones difíciles. Mientras tanto, los atributos que menos eligieron son los relacionados al liderazgo colectivo, aquellos que tienen que ver con trabajar con equipos de calidad, construcción de consensos, manejo de conflictos y habilidades comunicativas.
En el ámbito político, tener un muy buen equipo de trabajo es esencial para gobernar de manera efectiva y lograr resultados positivos para la sociedad. Un equipo fuerte y cohesionado puede marcar la diferencia en la toma de decisiones, implementación de políticas y resolución de problemas.
En primer lugar, un buen equipo de trabajo proporciona una amplia gama de habilidades y conocimientos que son necesarios para enfrentar los desafíos complejos que enfrentan los líderes políticos. Cada miembro del equipo aporta su experiencia única, lo que permite abordar diferentes perspectivas y encontrar soluciones más innovadoras; por ejemplo, un líder puede contar con expertos en economía, educación o salud pública dentro de su equipo para tomar decisiones informadas sobre estas áreas críticas.
Así mismo, un buen equipo de trabajo fomenta la colaboración y el intercambio constante de ideas entre sus miembros, esto crea un ambiente propicio para la creatividad y el pensamiento crítico, lo que lleva a mejores resultados en términos de políticas públicas. Un buen equipo técnico, serio e interdisciplinario, puede ayudar a mitigar los sesgos cognitivos inherentes a las decisiones individuales. Al trabajar juntos en la toma de decisiones importantes, los miembros del equipo pueden desafiar y cuestionar las suposiciones de los demás, lo que lleva a una toma de decisiones más equilibrada y fundamentada, esto es especialmente relevante en el ámbito político, donde las decisiones pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas.
En contraste a lo mencionado, no tener un buen equipo de trabajo puede llevar a consecuencias negativas para el liderazgo político. La falta de factores técnicos, académicos y de diversidad en términos de habilidades y conocimientos, limita la capacidad del líder para tomar decisiones informadas: además, la falta de colaboración y comunicación entre los miembros del equipo puede resultar en soluciones subóptimas o incluso fracasos en la implementación de políticas.
Situaciones como estas las vemos a diario en el gobierno nacional, así como también en gobiernos departamentales y municipales. De cara a las elecciones de octubre 29, hago un llamado para que tengamos en cuenta no sólo las características de los candidatos, sino a que también nos interesemos por conocer a sus equipos de trabajo, los cuales van a ser, en últimas, con los que van a gobernar. Privilegiemos un líder que sepa trabajar y promover un equipo técnico, diverso, capaz y con ganas de servirle siempre a la ciudadanía, por encima de un líder solitario “que todo lo puede”. Ya sabemos cómo ha venido funcionando este último tipo de líder y entendemos que no es el ideal que debemos buscar para administrar nuestros municipios.
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Vale la pena decir que en el mismo estudio realizado por la Fundación Origen, los participantes también valoraron significativamente características personales éticas como la sinceridad, la integridad, la transparencia y la coherencia. Esto es algo que no debemos perder, tenemos que continuar promoviendo estos valores en nuestros hogares, nuestras ciudades y en nuestros líderes políticos, para lograr transformar la sociedad de una manera positiva.
* Director Ejecutivo Unidad de Acción Vallecaucana