No se pueden tomar decisiones a las tres de la mañana, en condiciones alteradas. Fue lo que ocurrió con Petro que, a las 3:07 am., decía que a los deportados los recibiría con banderas y flores y, a las 3:41 am, retiraba la autorización que había dado el Gobierno para traerlos y generaba una crisis con Estados Unidos sin antecedentes.

Su comportamiento errático sustenta el proyecto de ley que establecería la obligatoriedad de realizar exámenes toxicológicos periódicos al jefe de gobierno.

La posterior argumentación de Petro fue falaz. Los estados soberanos tienen el derecho de establecer las reglas de ingreso a su territorio. Los migrantes que vulneran esas reglas son ilegales y, en algunos casos, cometen un delito. En EE.UU., quien ingresa ilegalmente incurre en un crimen federal y se hace acreedor a una penas de cárcel de hasta veinte años.

El ataque de “dignidad” de Petro fue extemporáneo. En su gobierno, años fiscales 2023 y 2024, desde los EE.UU. fueron deportados 24.134 colombianos. Todos vinieron en las mismas condiciones de los que se transportaban en los vuelos que ahora desautorizó: esposados y en aviones militares o civiles supervisados. Militares fueron los aviones que se enviaron ahora a recoger los deportados. Que vengan esposados, no es tampoco indigno. Solo garantiza la seguridad del vuelo y de los oficiales que los custodian. Los que vinieron en los tres vuelos recientes de la FAC llegaron así, esposados.

Ahora, asumir el costo de la deportación, es francamente estúpido. El Gobierno informó que esos tres viajes nos costaron USD$ 175.000 cada uno. En el 2024 se hicieron 124, que habrían costado USD$21.700.000, 91 mil millones de pesos. En las circunstancias actuales de crisis fiscal, una imbecilidad mayúscula.

Petro oculta que el problema de la migración ilegal de colombianos se disparó con su gobierno. Los colombianos son los terceros que, después de mexicanos y venezolanos, más intentan cruzar la frontera con los Estados Unidos de forma irregular.

Alrededor de 170.000 colombianos fueron atrapados en el 2023 por ingresar a Estados Unidos de manera ilegal, un 30 % más que en 2022. Un aumento dramático comparado con 2021, cuando los arrestados fueron apenas 10.000.

En fin, 200 mil colombianos migraban en promedio al año entre 2012 y 2019. En 2022 la cifra de colombianos que se fue para no volver fue de 550 mil. En 2023, cifras preliminares, fueron 453.600. Según las encuestas, el 48 % de los colombianos, quisiera vivir fuera del país.

Hay que decirlo con todas las letras: con Petro la mitad de los colombianos quisiera vivir en otro país y la migración ilegal se triplicó.

La gente se quiere ir por él y por su gobierno, porque encuentra que con la izquierda no hay futuro y porque los criminales, cada día más fuertes y en más zonas del país por la complicidad gubernamental, los expulsan violentamente. Hay que indignarse, sí, pero con Petro y su pésimo gobierno.