Jesús en su infinita sabiduría dijo a sus seguidores que imitaran a dos animales: la paloma y la serpiente:
A la paloma por su mansedumbre y a la serpiente por su astucia o su malicia. Un buen consejo para estar en el punto medio.
Un punto de balance o equilibrio que nos aleja de los extremos y de posturas rígidas y exageradas.
¿Qué es lo que más necesitas? ¿Ser más suave o más firme? ¿Precisas ternura o malicia?
Procura conocerte y no confundas la bondad con la ingenuidad, como les pasa a tantos que se ven como ‘buenos’.
Jesús fue un ser manso y amoroso, pero también tuvo posturas firmes con los fariseos o los vendedores del templo.
Ser ‘bueno’ no es dejar que abusen de tu nobleza, cargar cruces ajenas o ser un alcahuete.
Amar es como elevar una cometa: la realidad te dice cuándo hay que soltar o recoger la cuerda y poner límites.