El exterminio sistemático de personas inició hace 90 años en Dachau el primer campo de concentración nazi.
Se instaló a menos de 20 kilómetros del centro de Múnich, la capital bávara.
Fue el 22 de marzo de 1933, dos meses después de la toma del poder por los nazis.
Llevaron a la gente que les molestaba: opositores, comunistas, cristianos comprometidos.
También judíos, gitanos y romaníes, testigos de Jehová y a los homosexuales.
Fueron doce años antes de la liberación del campo por parte del ejército de EE.UU. en abril de 1945.
Más de 200.000 personas de toda Europa fueron encarceladas aquí, hacinadas en un espacio mínimo.
Al final de la guerra, habían muerto allí más de 41.000 personas. Una cuarta parte eran judíos. A ese horror los nazis lo llamaron “La solución
final”. ¡Ay, Dios!