Para los que conocemos esa isla tesoro, sabemos que no existe nada más bello y exuberante, no solo en tierra sino en sus profundidades. No fueron tampoco muchos años, pero si los suficientes para recuperarse después de que fue arrasada por la cárcel que allí tuvieron. Pasó de infierno a nuevamente paraíso.
“En el horizonte se dibuja la silueta de la isla de Gorgona. A distancia parece el corazón de un enorme mamífero que late con mayor intensidad a medida que la embarcación se acerca a su destino. Es una energía extraña la que irradia esta isla húmeda y agreste.
Aunque Gorgona ha sido habitada por tribus indígenas desde 1500 a.C. -según huellas arqueológicas presentes en piedras y fósiles- apenas se llega a la playa pareciera que todo estuviera por descubrir, que las aguas de los riachuelos nunca hubiesen sido tocadas y que los monos capuchinos y los osos perezosos que vigilan con detalle nuestros pasos jamás hubiesen visto antes a un ser humano.
La isla, compuesta por tres islotes, entre ellos Gorgonilla, es un laboratorio natural conformado por una espesa selva húmeda tropical que cubre sin piedad todo lo que se atraviesa en su camino. Cerca de 90% de las 1600 hectáreas de tierra que posee la isla y que alcanza una altura máxima de 340 metros, pertenecen a la selva tropical, hogar de múltiples especies de flora y fauna, algunas de ellas de carácter endémico (sólo presentes en la isla). Cuando cae la tarde y el sol se acuesta sobre el mar abierto, el espectáculo lo ofrecen las manadas de animales que deambulan por el parque en busca de comida y de un refugio seguro para enfrentar la noche.
El único ruido que interrumpe el silencio reinante bajo las aguas de Gorgona proviene del aire que se escapa en forma de burbujas desde los inhaladores de aire de los buzos. Por eso, cualquier ruido por insignificante que pueda ser parece multiplicarse en ondas que espantan los bancos de peces que deambulan por las rendijas del planchón, una vieja embarcación hundida y que hoy alberga decenas de especies de diferentes tamaños y color.
Gorgona es reconocida en el mundo entero por los exuberantes escenarios que ofrece para la práctica del buceo. Las características oceanográficas (temperatura, salinidad y transparencia) son propicias para el nacimiento de arrecifes coralinos y rocosos, refugio y alimento para una gran diversidad de especies. Por eso cada inmersión se convierte es un encuentro de primera mano con especies tan exóticas como las ballenas jorobadas, mantas diablo, tortugas, tiburones y bancos de peces” (tomado de la página de Aviatur).
Al ser un espacio donde puede haber las respuestas científicas para el futuro, como en su momento fue y es Galápagos, no se entiende cómo siquiera se contemple la posibilidad de tener allí una estación militar. Todo el movimiento en tierra y en agua que eso traería sería interrumpir la posibilidad de que se conserve como un tesoro científico para las generaciones venideras. Por favor señor Presidente, señoras Vicepresidenta y Ministra del Medio Ambiente, no permitan que eso suceda, sus hijos y sus nietos se lo agradecerán. como el futuro de la especie humana.