Me sentí plenamente identificado con la profundidad de los argumentos de nuestro actual fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, en sus respuestas a la entrevista realizada por Vicky Perea y publicada recientemente en este diario, de la cual tomaré más adelante algunos apartes.
En estos últimos 17 meses, Francisco Barbosa se ha convertido para muchos colombianos que creemos firmemente en la libertad, en un faro de luz, en el escabroso camino que estamos transitando en este desgobierno, nublado por la bruma del narcotráfico, la insensatez y la extravagancia.
Desafortunadamente, nuestro fiscal general Francisco Barbosa terminará su periodo el próximo 12 de febrero. En Colombia, los fiscales generales son elegidos para ejercer su cargo por un lapso de cuatro años contados a partir de la fecha de su posesión, por una amplia mayoría calificada de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, de una terna presentada por el Presidente de la República. No es posible que un fiscal general permanezca por más tiempo en su cargo. Por lo tanto, en caso de no lograrse concierto sobre el nuevo fiscal elegido, será entonces la vicefiscal Martha Mancera, quien ocupará de manera indefinida e interina este cargo.
“Lo que veo en general es un abandono del orden público y de la seguridad por parte del Gobierno Nacional, porque no veo ningún interés en querer resolverle los problemas a la gente”. Por fortuna, una gran mayoría de colombianos desilusionados con sofismas no cumplidos, permitieron que a partir de este año, en las ciudades principales y en muchas regiones de nuestra geografía, esté ahora germinando un genuino deseo de hacer un verdadero cambio, pero un cambio positivo hacia la ética, el respeto y la justicia. Ya lo dice el sabio refrán, nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
“Yo creo que esta institucionalidad será lo suficientemente fuerte para llegar al 2026, que es la gran meta para que el país salga de esta oscuridad en que lo ha metido el gobierno de Gustavo Petro”. Además de la solidez de nuestras instituciones, tengo la absoluta certeza de que la cohesión de los diferentes actores de nuestra sociedad civil, se hará cada vez más fuerte y visible en sus acciones y pronunciamientos, ante tanta incongruencia que menoscaba a los colombianos lo ganado con el esfuerzo, la dedicación y el trabajo de tantas generaciones.
Ante la pregunta sobre sus aspiraciones presidenciales, respondió: “Lo que hay que hacer más allá de candidaturas en este país, es construir liderazgos”. Es más importante la esencia que la forma y prima el bien común sobre el particular. La confianza en un país no se recupera con promesas politiqueras utópicas, se logra con hechos y resultados positivos.
Señor fiscal, gracias por su compromiso con la libertad, la seguridad y la justicia. Gracias por su firmeza, respeto y coherencia que siempre han caracterizado su talante. Tenga la seguridad que aguantaremos hasta el 2026.