Los españoles se enfrentan de nuevo a la incertidumbre política luego de que su presidente, Pedro Sánchez, anunciara que se tomará unos días para “reflexionar” si continúa o no en el cargo. La probable crisis nace de las presiones que él y su familia estarían recibiendo desde que su esposa, Begoña Gómez, fuera acusada de tráfico de influencias y un juzgado de Madrid admitiera la demanda en su contra. El lunes se sabrá cuál será el futuro del actual gobierno.
La noticia llega pocos meses después de que Sánchez lograra mantenerse en el cargo, pese a que su partido, el Psoe, fuera superado en las urnas por el opositor PP, el Partido Popular al que ahora acusa de estar, junto al ultraderechista VOX, tras la trama que señala a su mujer. Hay que recordar que fue gracias a las coaliciones con colectividades como las separatistas Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya como pudo permanecer en el Palacio de la Moncloa.
Gómez fue denuncia por la Organización Manos Limpias por haber presuntamente aprovechado su relación con el Presidente para recomendar empresas privadas en licitaciones y en contraprestación recibir fondos para programas que ella dirige. Admitida la demanda, ahora deberá enfrentarse a la investigación y a la opinión pública española.
Esa es la razón para que Pedro Sánchez haya comunicado, en una carta divulgada en su cuenta de X, que necesita “parar y reflexionar” y responderse “si merece la pena continuar al frente del gobierno o renunciar a este honor”. De paso acusa a la “derecha y a la ultraderecha de “una operación de acoso” para hacerle “desfallecer en lo político y en lo personal” con esos ataques a su esposa. Anunció que el lunes comunicará su decisión también de forma pública.
Mientras su entorno lo apoya, desde diversos frentes le han llovido críticas por dejar a un lado sus deberes presidenciales y políticos durante estos días, entre otras razones porque debía acompañar el jueves pasado a su partido, el Socialista Obrero Español, Psoe, al arranque de la campaña para los comicios catalanes que se disputarán el 12 de mayo. Además, en un mes se realizarán las elecciones en el Parlamento Europeo y sus energías deberían enfilarse a tener buenos resultados.
Y está el limbo en el que quedaría España si el Presidente se retira del cargo. Habría que convocar a nuevas elecciones en los próximos meses y probablemente el país estaría, una vez más, frente a un escenario complejo, sin unas mayorías parlamentarias contundentes que facilitaran la conformación del gobierno, tal como ha ocurrido en los años recientes.
El momento, sin duda, será aprovechado por el PP y por VOX, así como por aquellas fuerzas políticas de oposición, que ahora tienen claro cuál es el punto más débil de Sánchez. La estabilidad gubernamental se deberá garantizar en cualquier caso, más en momentos en que España trata de mantener su seguridad económica y superar las incertidumbres, incluso políticas, que han provocado las guerras en Ucrania y Gaza. El lunes se saldrá de dudas.