Jamás debería haber muertes violentas y menos guerras por motivos religiosos o políticos, óigase bien, jamás.
No tiene sentido que como especie, que se supone somos sapientes, podamos derramar la sangre de otros, incluyendo niños y ancianos inocentes y ajenos a los conflictos de unos pocos. Que por el poder y la plata promuevan guerras, cuando ellos no son los que salen al frente de batalla, sino que se quedan atrincherados y protegidos por ejércitos de guardaespaldas. Los que salen a matar son jóvenes que apenas están empezando sus vidas y que si sobreviven quedan marcados por los traumas que generan las guerras. ¡No es justo!
El pueblo judío, igual que el palestino, lo componen la mayoría de gente que no se identifica con el fanatismo religioso de los extremos, llámese, Hamás o Sionistas. Es como si nosotros por ser colombianos se nos identifique en el mundo como guerrilleros, paramilitares o narcotraficantes.
Hace poco vi una entrevista de un religioso ortodoxo judío con toda su indumentaria, que suplicaba al gobierno Israelita parar la guerra, él no se identificaba con esos extremos.
¿Será que detrás de todo eso hay unos intereses distintos a pelear por la tierra, si no un negocio de guerra? Por lo menos eso expresaba este hombre religioso y comprometido con sus creencias hebreas. Tengo amigos palestinos que también condenan esa guerra absurda.
Además, es una guerra milenaria que ya debería haber tenido una solución pacífica y si somos capaces de ir a la luna y a marte, como es posible que no podamos resolver conflictos decentemente y sin víctimas inocentes.
Es un total desacierto que presidentes como Petro, tomen partido y le echen más leña al fuego para seguir promoviendo el odio. Un presidente sensato, a pesar de sus creencias y sus apoyos personales a una de las partes, debería dar ejemplo de sobriedad y cordura para buscar salidas de entendimiento. Lo que hizo el presidente es echarse a medio mundo encima, cuando lo que queremos es que todas las naciones promovamos la paz, no importa las fronteras y las ideologías.
Cada vez me convenzo más de algo inevitable, si no hacemos conciencia y dejamos atrás el odio, fracasaremos como especie.
Posdata. En estos días tuve inconvenientes en mi oficina con el servicio de internet de Emcali. Prácticamente un mes sin redes. Seguí el procedimiento regular de poner la queja por los canales para los ciudadanos del común. Durante un mes escuché por varias horas una grabación que decía “Usted es muy importante para nosotros, por favor permanecer en la línea”, ¿Cliente especial? Tuve que recurrir a las influencias, cosa que no me gusta. Al decir que era periodista allí si corrieron a solucionarlo. Entiendo que no es culpa de los trabajadores que intentan hacer bien su trabajo y agradezco a los que me solucionaron el problema.
¿De quién es la culpa del pésimo servicio de la empresa local que tanto he defendido? Creo que tengo la respuesta… Los políticos corruptos que destinan los dineros para sus campañas y no para fortalecer la empresa. Ojalá algún día hagamos conciencia de que los dineros públicos son sagrados y son para el bien común.