Se necesita mucha valentía para enfrentar una poderosa maquinaria política, una editorial prestigiosa, los áulicos de una familia ‘intocable’ y las bodegas que intentaron acabar con su reputación. Se necesita tener el cuero duro para soportar amenazas, insultos y señalamientos. Y, sobre todo, se necesita creer que el periodismo se debe a la sociedad y es imperativo contar lo que al poder le interesa ocultar.

De eso se trata La Costa Nostra, el libro de Laura Ardila Arrieta que retrata cómo funciona el clan político y empresarial de los Char, con luces y sombras, y que fue posible gracias al respaldo de Rey Naranjo Editores, tras la decisión de Planeta de no publicarlo. Hay librerías en que está agotado, otras en las que, según su editorial, vende entre 50 y 70 libros al día. Ya va en su segunda edición, en menos de un mes de haber sido lanzado, y se pasea por la nutrida agenda literaria, que por estos días vive Colombia. Cifras para celebrar tanto por la autora como por la libertad de prensa y la esperanza de lectura, en un país que consume 2,7 libros por persona al año.

Al final, la cancelación de Planeta, que conllevó a la renuncia de su editor literario, Juan David Correa, hoy Ministro de Cultura, resultó ser la mejor publicidad para un libro que promete ser un éxito editorial, y que goza del respaldo de gran parte del ‘notablato’ periodístico nacional, de los reporteros de investigación en las regiones y de quienes hoy se forman en la Academia.

En su introducción, titulada ‘Una historia de casi cien años y una obsesión periodística de ocho’ la escritora dice que su libro es el relato de un imperio que nació con una promesa de cambio, que tuvo un auge, que entró en jaque y que evidencia cómo funciona el poder en Colombia.

Todo, desde el origen de ese Caribe árabe del que son protagonistas los Char, hasta el auge del ‘milagro barranquillero’ con que es reconocido el innegable desarrollo que ha tenido la capital del Atlántico, bajo las alcaldías de Álex Char, quien seguramente será de nuevo elegido el próximo 29 de octubre, con una popularidad envidiable.

Ni siquiera el escándalo de la detención de su hermano, el expresidente del Senado, Arturo Char, le ha hecho mella. Arturo tuvo que regresar al país para responder por la investigación que lo relaciona con la compra de votos en el Atlántico, en 2017; hoy está bajo detención preventiva, apelando para que la misma sea domiciliaria. En este mismo caso, del que el libro entrega muchas pistas, fue citado el viernes, por la Corte Suprema, Héctor Amaris, conocido como el Oso Yogui, “el asesor, compañero de rumbas y mandadero, al que igual se le podía encontrar en rumbas sirviéndole el trago a Char, como se le podía ver en una reunión oficial del Gobierno, cargándole el maletín”.

Allí aparece otro personaje estelar de esta historia: Aida Merlano. El capítulo seis de La Costa Nostra devela esa relación que pasó del odio al amor y del amor al odio entre Alex y Aida, y cómo alrededor se tejen alianzas, contratos, clientelismo y favores electorales, en medio de un romance clandestino que luego todo el país conoció.

Por esto y más hay que leer La Costa Nostra. Y asistir hoy, a las 5:00 p.m., al auditorio Diego Garcés Giraldo, de la Biblioteca Departamental, al conversatorio con Laura Ardila Arrieta. Gracias al Festival Internacional de Literatura, Oiga, Mire, Lea, por traer a la autora del libro periodístico del año.

@pagope