Detrás del triunfo de Colombia en el pleito con Nicaragua hay un caleño egresado del colegio Santa Librada -el prestigioso abogado Eduardo Valencia Ospina- y un campesino originario de las montañas boyacenses, exactamente de Chiquinquirá, quien ama el océano.
Su nombre es William Pedroza Nieto y es capitán de navío y director de Intereses Marítimos y Fluviales de la Armada Nacional. El capitán Pedroza es parte del equipo que delegó la Armada para contribuir a la defensa de Colombia frente a las demandas de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia. Para vencer a los nicaragüenses, además de abogados expertos, se necesitaron militares y científicos.
Lo que los colombianos hasta ahora empiezan a descubrir de aquella disputa es que la Armada adelantó desde el inicio de los alegatos, en el año 2001, diversos estudios para demostrarle a la Corte Internacional de Justicia que Colombia era la dueña y soberana sobre el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y de todas sus demás islas, algunas de ellas poco estudiadas hasta ese momento por el país.
Una de las investigaciones se convirtió en el secreto de la victoria de Colombia. El estudio liderado por el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas de la Armada demostró que es el país el que tiene una plataforma continental y no Nicaragua.
Lo que los nicaragüenses argumentaban era que el piso oceánico salía de su territorio continental, pasaba por San Andrés, Providencia y Santa Catalina y continuaba hacia el oriente, unas 350 millas. Con ese argumento había la posibilidad de que se decretara una especie de zona gris: las aguas eran entonces de Colombia, pero el subsuelo de Nicaragua, o por lo menos debía compartirse. Aunque lo que Nicaragua pretendía era que se le diera la soberanía sobre esa plataforma.
Para desvirtuar ese argumento, Colombia no contaba con los equipos técnicos que se requieren para estudiar el océano. Sin embargo, ante la necesidad imperiosa de demostrar el ejercicio de soberanía sobre San Andrés, se realizó una inversión millonaria. Consistió en la compra de perfiladores del subsuelo marino y ecosondas multihaz, que a través de sondas sonoras miden el lecho del mar.
Los aparatos se instalaron en cinco buques de la Armada cuyas tripulaciones fueron conformadas por personal colombiano formado en la Escuela Naval Almirante Padilla y en la Escuela de Suboficiales de Barranquilla, algunos con posgrados en el exterior.
Navegaron durante años, desde 2013, mapeando palmo a palmo 532 mil kilómetros del piso oceánico, con lo que se comprobó no solo que la plataforma continental le pertenece exclusivamente a Colombia, sino que se descubrió una nueva geografía, la San Andrés oculta.
Cuando comenzó el estudio se conocía que el archipiélago de San Andrés lo componían en total nueve islas: San Andrés, Providencia y Santa Catalina, Albuquerque, Este Sudeste, Roncador, Quitasueño, Serrana, Serranilla y Bajo Nuevo. Mientras los buques de la Armada navegaban, descubrieron 40 pequeñas islas más y 80 formaciones de bajamar que hacen parte del complejo coralino del archipiélago. También se logró determinar que el arrecife coralino une al archipiélago isla por isla.
“En ese momento entendemos que tenemos un archipiélago totalmente unificado, único en el mundo. Todo este conocimiento contribuye a la seguridad de la navegación y también a las acciones que se pueden tomar para la preservación de especies y el monitoreo de recursos pesqueros. Sin duda con estos estudios se parte en dos la investigación científica marina en Colombia, que es clave para el desarrollo del país y la defensa de los intereses marítimos”, dice el capitán de navío William Pedroza Nieto, quien actualmente cursa un doctorado en ciencias del mar.
La opinión separada de la juez China en el pleito con Nicaragua dice: “La Armada de Colombia aportó información técnica muy contundente sobre la plataforma continental y ante eso la información de Nicaragua no convence a los jueces”.