En medio de un contexto económico lleno de turbulencias, las empresas de todos los tamaños vienen navegando un 2024 con grandes dificultades, como los recientes datos del Dane nos lo demuestran. Sin embargo, hay unos héroes de los que poco nos ocupamos en los análisis económicos: Las microempresas y su poder de generar el 62% del empleo en Colombia. Estos empresarios y empresarias, nos demuestran diariamente su resiliencia para construir país desde cada rincón de nuestro territorio.
Son un tejido empresarial vibrante, con potencial para la generación de un desarrollo más sostenible con impacto social y ambiental, y bajo un modelo de territorialidad tanto en lo urbano como en lo rural. Las microempresas representan más del 95,3% del total de empresas en Colombia y por ello, su fortalecimiento es esencial para impulsar el crecimiento económico, y para abordar las problemáticas sociales del desempleo y la informalidad.
Hace más de 10 años, la Cámara de Comercio de Cali inició un camino de fortalecimiento de las microempresas de la región, reconociendo su importancia en el desarrollo del territorio, valor social, potencialidad económica y entendiendo que no existen microempresarios o microempresarias, lo que tiene tamaño es el negocio, no la mentalidad del empresario.
Este camino se inició con referentes internacionales, como el modelo Small Business Development Centers (SBDC) de la Universidad de San Antonio en EE. UU., que buscaba elevar el dinamismo y productividad de estas unidades de negocio a través de un enfoque fundamental: el trabajo articulado entre el sector público, privado, y la academia.
Esta visión permitió la consolidación de los Centros de Desarrollo Empresarial Prospera, proceso que inició con el liderazgo de la Cámara bajo la presidencia de Roberto Arango, en alianza con la alcaldía de Rodrigo Guerrero y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en aquel entonces liderado por Sergio Díaz Granados. A través de este modelo, se han desarrollado estrategias integrales que promueven la formalización, el acceso a financiamiento y el fortalecimiento de capacidades empresariales para el negocio tradicional.
Prospera ha trabajado durante estos 10 años acompañando gratuitamente a las microempresas a través del fortalecimiento de sus capacidades, y hoy cuenta con sedes en Cali, Yumbo, Jamundí, Dagua, Vijes y La Cumbre. Este enfoque territorial permite reconocer la diversidad de los empresarios de nuestra región y así logramos escuchar atentamente sus necesidades y dar una respuesta más efectiva.
Por ello, los 44.000 participantes en estos municipios han generado un impacto económico potente en sus comunidades, que les ha permitido progresar y consolidarse en un ecosistema de microempresas cada vez más sólido para el Valle del Cauca.
Nos llena de orgullo que este programa, al servicio de la política pública, se haya convertido en un referente Latinoamericano gracias a las 54 alianzas con entidades públicas, ONG’s, empresas e instituciones universitarias de la región.
Adicionalmente, el aprendizaje durante tantos años bajo un modelo de alianzas nos ha permitido ser hoy, con gran satisfacción, parte del eje de emprendimiento de Compromiso Valle y aumentar así nuestro impacto aún más.
Enfocarse en la base del tejido empresarial es una tarea ardua, y de largo aliento que advierte la confluencia de una diversidad de actores para facilitar que las microempresas prosperen; un esfuerzo que necesita de todos para el progreso de nuestras subregiones.