De Barrio Obrero a la 15 un paso es,
cantando bajito yo me iba a pie…
A primera escucha, uno diría que la canción nos habla de nuestro barrio Obrero, cerquita a la Quince, porque la música tiene esa magia, conectarnos con lo que queremos. Pero la letra se refiere al barrio Obrero de Santurce, en el corazón de San Juan, y a la estación 15 del trolebús de antaño, en ‘Puertorro’. Ese fue el primer flechazo de la orquesta de Willie Rosario con esta Cali que lo hizo uno de sus favoritos, gracias a la composición de Trinidad ‘Trini’ Clemente, que inmortalizó Chamaco Rivera, uno de los tantos vocalistas que triunfó en la orquesta de Willie.
En contados días, el 6 de mayo, el hombre al que el mundo artístico conoce como ‘Mister Afinque’, porque su orquesta suena afincadita, sin salirse de la clave, cumplirá cien años. Increíble, cien años y aún en tarima. Lo vimos en diciembre, en Cali, cuando dio dos conciertos inolvidables; elegante y entero, dándole al timbal y dirigiendo su orquesta para que sonaran exitazos como ‘Pobre Payaso, ríe por no llorar’; ‘Maína, sé que te llamas, sino te has cambiado el nombre’, ‘Dámelo, aun cuando sea posible, dámelo, la soledad me deprime’; ‘La mitad, ya no existe la mitad, de lo que había’…
Robert Téllez, su biógrafo, dice que “Willie Rosario como músico es digno de un Record Guinness. Su trayectoria ininterrumpida así lo amerita. La admiración de la que goza dentro del ambiente musical se fundamenta en su humildad y el compromiso con la autenticidad. La familia para él no es solo un concepto, es su epicentro”. Quizás todo ello le ha dado la entereza que hoy le permite seguir en la escena. Como ocurrió en el concierto histórico, celebrado la noche del sábado 27 de abril en el coliseo de Puerto Rico, José Miguel Agrelot, para festejar por adelantado sus cien años, en un evento armado por dos de sus más grandes vocalistas: Gilberto Santa Rosa y Tony Vega.
Lo que son las casualidades de la vida. Justo la misma noche del 27 de abril, en Cali, en el Arena Cañaveralejo, uno de los nuestros armó tremendo rumbón para festejar sus 30 años de carrera. Willy García, el que creció en una familia musical, en Buenaventura; el que de adolescente recibió el guiño del maestro Memo Cabezas; el que Andrés Viáfara bendijo en la Suprema Corte, donde Willy se fajó con ‘Escombros’, el que sorprendió a Jairo Varela, y lo hizo su voz en el Grupo Niche, el que armó tremenda banda con Javier Vásquez, en Son de Cali; el que continuó su carrera como solista y es uno de los artistas nacionales, con más giras y conciertos.
El buen Willy, que nos cantó “Gotas de lluvia, no es el rocío, lágrimas que brotan cuando ya no hay amor”; el que le prestó la voz a Varela pa’ desahogarse en ‘Prueba de Fuego’, el de “y entonces, ¿de qué vale que mi amor te haya entregado?, ¿Dime qué?, ¿Cómo hacer para olvidarme del pasado?”, el hombre del ‘Así es que se baila en Cali’, del ‘Amanecí pensando en ti’, de “La magia de tus besos, me tiene como loco, me tiene como un tonto y ya no sé qué hacer…”.
Irma Restrepo, la manager del artista, dice que “la música para Willy es su vida, quien logró combinar el talento con la inteligencia para convertirla en su proyecto de vida: canta, compone, da sus conceptos en los arreglos, porque lleva la música en la sangre, porque ama lo que hace”. Hay algo más en Willy por lo que sus seguidores le admiramos tanto: su obra social, la Fundación ‘Yo tengo fe’, como se llama uno de sus temas, y que funciona en una imponente sede, en la que fuese su casa, en el barrio Lleras, de ‘Tura’. Allí, impacta la vida de más de 200 niños y sus familias, con formación musical y otras tantas habilidades para la vida. Willy tiene un gran corazón. En las noches más duras de su tierra, le cantó una estrofa que llega al alma:
“Yo tengo fe,
Todo cambiará,
Mi pueblo no llores más,
Llegará la paz”.
Fernando Luis Rosario Marín, ‘Willy Rosario’, nacido en Coima, Puerto Rico, el 6 de mayo de 1924. William García Moreno, ‘Willy García’, nacido en Buenaventura, el 30 de julio de 1971. Dos estilos tan distintos, pero a la vez, dos artistas que hacen parte del corazón rumbero de una Cali que bendice el haber nacido con la melodía recorriendo sus venas. @pagope