A Margarita Rosa de Francisco le debemos muchísimo como actriz, cantante y personaje cívico. Ella dio un excelente y pedagógico reportaje a Néstor, tiene un récord: rechazó una curul de senadora y eso sonó exótico porque una curul es llegar al cielo. Lo cuento, don Roy Barreras viajó a Miami a ofrecerle que encabezara la lista del partido de Petro, Verónica, Benedetti, Alexander López & Cia.

Yo viví algo parecido a lo de Margarita Rosa: una mañana Pardo Llada me llamó a Escocia, donde me daba tropezones con el idioma de Churchill y me dijo: “Oye, chico, vente a Cali, Escocia es el tedio, lo único bueno allá es el whisky, pero es carísimo. Vente, de pronto te elijo parlamentario”. Aleluya, Pardo Llada cumplió, salí electo parlamentario, y buenas, buenas: al terminar me invitaron a escribir en El Tiempo, El País y opinar en Caracol Televisión y Oye, Cali. Este gobierno no tiene mi simpatía por enredado y caótico, algo parecido dijo el matemático Sergio Fajardo. Punto.

Margarita Rosa fue seria, exótica, no aceptó la curul con mensuales 43 millones, dos camionetas blindadas, tiquetes a Madrid, Cuba y Chile, chofer, guardaespaldas, secretarias y asesores. Pero como Margarita Rosa tiene buena suerte, ahora se ganó un premio en Italia por su actuación en una película colombo-romana. Bien decían las abuelitas: “La que tiene talento y disciplina sale triunfadora” y otra vez le decimos gracias por divertirnos en la telenovela Café. Punto.

A esta hora, en Santiago de Chile, hace 50 años, estaba muerto Allende y sus quince ministros estaban presos, encapuchados y esposados en una prisión de la Patagonia. Diez días después, Pablo Neruda se murió, hoy se sospecha que fue envenenado. Pinochet era un pelele de su ambiciosa esposa Lucía Hiriart, ella de primera dama se ‘ahorró’ 78 millones de dólares y le aparecieron en un Banco de Boston. ¡Ufff!, ‘mamola’, ahorros como primera dama, 15 años en Chile. Malísimo y caótico fue el gobierno de 578 días de mi admirado Salvador Allende, médico, socialista, buena gente. Atérrense, los amigotes ultraizquierdistas de Allende, invadieron fincas, lo sabotearon al tiempo con los ‘momios’ chilenos. Sigue la campaña en Cali, crecen las simpatías por la ‘caleñísima’, Diana Rojas. La juventud sensata y las mujeres que en Cali son miles e inteligentes, podrían elegirla alcaldesa. Ella es la sorpresa y colorín, colorao.