En la columna anterior me referí al tema del mundial y al escepticismo manifiesto de algunos pocos que seguramente ya han cambiado de parecer ante los hechos y los datos que se derivaron de tan importante evento que reivindica a la mujer deportista y le abre más caminos para lograr esa equidad tan anhelada.

Si bien el resultado competitivo y el hecho de que existan vencedores se constituye en un elemento muy significativo en estas ligas deportivas aglutinadas en federaciones y clubes, es la esencia del juego entre estas deportistas y su carácter de festival deportivo o fiesta deportiva el que nos permite enternecernos con las historias de las jóvenes deportistas, su interacción entre ellas mismas y con el público asistente a los estadios, su aporte a la construcción de valores de convivencia y juego limpio, en fin, la educación que a través de sus acciones y su comportamiento le envían a la comunidad.

Desde el inicio del gobierno, por allá en el mes de febrero, pudimos trabajar de la mano del alcalde con su pareja Taliana, quien lideró un encuentro entre varias secretarías, muchas de ellas lideradas por mujeres, quienes fueron decisivas en el éxito del certamen. Pudimos incorporar a la dinámica mundialista a las secretarias de turismo, educación, gestión del riesgo, bienestar, cultura y paz y cultura ciudadana, lo cual pone de presente el compromiso del alcalde con la mujer y de estas con este tipo de eventos.

Pero hay que reconocer a más mujeres en este mundial. Gracias Liliana Sepúlveda, Adriana Ortiz, Tatiana Vélez, Patricia Monard, Isabella García, Beatriz Medina, Lorena Martínez, Jenny Gómez, Ana Patricia Reyes, Tania Moreno, Cindy Calvo, Diana Restrepo, Juliana Abadía, Vanessa Cubillos, Diana Torrente, Ana María Gil, Claudia Vásquez, Jessica Cruz, Katherine Jiménez, Vanesa Alipio, Aura Camila Lema, Ana Romero, Lorena Balmas, Melissa Murgueitio, Patricia Botero, Paola Beltrán….me excusarán algunas que me falte mencionar, pero mi memoria es frágil y espero que sientan que el reconocimiento es para todas.

Otras mujeres decisivas en el éxito de este mundial son unas que pocos mencionan, pues están detrás del foco mediático y en sus sencillos despachos logran milagros contractuales en este complejo mundo de la contratación pública, los que permiten dar paso a la fiesta deportiva. A Ana María Martínez y Catalina Franco de las áreas de contratación de la alcaldía, directamente delegadas por el señor alcalde, y a Claudia Vargas quien se apersonó del tema, la gratitud de una ciudad que pudo gozar de las habilidades físicas del grupo de chicas deportistas y soñó con esa Cali equitativa por la que el alcalde y Taliana trabajan incansablemente.

Gracias, mujeres caleñas.