Los sabios recomiendan agudizar los sentidos en un mundo que da tanta importancia a lo racional.

Por eso, hay personas que lloran de alegría cuando recuperan hermosas sensaciones que habían olvidado.

Lo más posible es que a ti te sirvan un plato y no te regales unos instantes para verlo y aspirar sus aromas.

Hazlo y detente también antes de perfumarte. Date el placer de disfrutar las esencias por un buen tiempo.

Haz lo mismo con todos tus sentidos. Valora la maravilla de oler, tocar, gustar, ver y escuchar.

En otras palabras, no pases al lado de la felicidad; razona menos y siente mucho más.

Pensar es necesario, pero no a costa de silenciar los sentimientos y perderse el encanto de los sentidos.

Los terapeutas de pareja saben que el amor perdura si las parejas son sensibles y sensuales, con un aroma, una flor o una melodía.

@gonzalogallog