Saber escuchar es fundamental para el desarrollo de la inteligencia emocional.
Con dedicación logras conectar con los interlocutores, prevenir conflictos y aprendes a través del diálogo.
Esto contribuye al crecimiento personal y a disfrutar de unas buenas relaciones.
Te consagras a comprender sin juzgar, y tratas a todos con compasión, aceptación y paciencia.
Puedes conocer las emociones de las personas, ya sean negativas o positivas y gestionarlas bien.
Es un ejercicio de la empatía, y facilita la comunicación con las demás personas.
El reto es adaptarte a diferentes entornos sociales, familiar, laboral y en la amistad.
Con empatía y amor se reduce el estrés y aseguras interacciones más constructivas.
@gonzalogallog