Dios, que es amor total y misericordia sin límites, ¿puede crear un infierno para sus hijos?
Dios, que todo lo comprende y es compasión, ¿va a torturar con un castigo candente y eterno?
Eso es lo más absurdo que la religión puede haber inventado para atemorizar y manipular.
Hoy en día me pregunto: ¿Cómo pude creer en semejante despropósito y sentir miedo?
Tenía esa “fe ciega” en la que fui programado para no cuestionar, obedecer y tragar entero.
La misma que atrapa a millones de ingenuos corderitos de un rebaño con su pastor o cura.
Si crees ciegamente en eso, lo respeto, pero siento que debo escribir para que algunos despierten.
Quien obra mal, sufre su castigo: no tiene paz, ni un buen hogar, y no es feliz. Infierno eterno y amor infinito de Dios no concuerdan.
@gonzalogallog