Amarte es aceptarte y cuidarte, es alimentar cada día tu alma, así como nutres tu cuerpo.

El humano, en su inconsciencia, suele dedicar nada de tiempo o muy escaso a su alma.

En un mundo tan ruidoso tu espíritu ama el silencio interior que logras con la meditación.

Es un placentero estado de sosiego que los místicos llaman “oración de quietud”:

Estar unido a Dios, sin palabras, sin pensamientos y con la imaginación en paz.

Sin control la mente es como un auto loco y tu misión es enfocarla solo en el ahora y lo positivo.

La mente que no manejas anda de acá para allá, y no siempre en lo positivo.

Medita, ama el silencio, evita el parloteo incesante de la mente y tendrás paz.

@gonzalogallog