Ganas paz al relajarte y meditar. Hazlo en un lugar tranquilo, aprende a respirar y aquietarte.

En sosiego ora, medita, conectas con Dios en tu interior y cambias creencias.

Cierras los ojos y haces una respiración serena, pausada y profunda, consciente y amorosa.

Sueltas el cuerpo de pies a cabeza, sin premura, órgano por órgano, y lo relajas totalmente.

Controlas tu mente y la centras en Dios. En lugar de ponerla en blanco, visualiza algo hermoso.

Ejemplo: verte en una playa serena para admirar la majestuosa y preciosa salida del sol.

Meditar trae muchos beneficios al alma, la mente y el cuerpo. Hazlo en silencio.

Pero es mejor o con la ayuda de una música suave. Busca música de Deuter o Peter Kater.

@gonzalogallog