Cuando asumas responsabilidades, asúmelas de una forma gozosa y que su peso no te hunda.

Lo haces con amor, ejecutas al pie de la letra, y perseveras hasta el fin, por muy difícil que sea.

Cree que Dios te da más de lo que tú eres capaz de asumir, y te proporciona la fuerza para hacerlo.

A medida que haces bien todo, tu talla y tu fuerza crecen y vas mereciendo mayor confianza.

Entonces te dan otras responsabilidades más grandes para que las realices bien.

Lo que te ayuda es estar dispuesto y capaz de hacerlo, sin temor de no poder asumirlo.

Sé optimista, cree en Dios y en ti. Puedes hacer lo que te propongas si así lo decides.

Aleja de tu mente la posibilidad del fracaso. Tan solo has de saber que tendrás éxito, y lo tendrás.

@gonzalogallog