Había una vez un sabio derviche que compartía su sabiduría con personas que lo admiraban.

En cierta ocasión dijo estas palabras cuando le pidieron sugerencias para vivir mejor:

La felicidad depende del modo como percibes la realidad y no de los hechos en sí mismos.

Si no estás satisfecho con la vida, hay algo que está mal en tu interior, no afuera.

El examen de consciencia siempre sirve. Pregúntate a veces: ¿Cómo he vivido mi última hora?

Todo lo que te impide ser feliz es algo autoimpuesto. Piensa: ¿Quién o quiénes me controlan?

Las dificultades no están afuera, están adentro. Tu paz depende de tus reacciones, no de las situaciones.

El problema nunca son los otros, es tu modo de asumir la realidad, es la no aceptación.

@gonzalogallog