Existen unas 2000 especies de luciérnagas a las que les encanta la humedad.
Brillan por sus órganos lumínicos situados bajo el abdomen gracias a la sustancia luciferina.
La luz suele ser intermitente, y es una señal óptica que ayuda a encontrar pareja.
Los científicos no saben exactamente cómo regulan los insectos el proceso de encender y apagar su luz.
Puede ser un mecanismo de defensa, al emitir la señal de que no es un bocado apetitoso.
El hecho de que incluso las larvas sean luminiscentes parece apoyar esta teoría.
Hace poco las vi y pensé: ¿También yo irradio la hermosa luz que brota del amor?
Jeshua dijo una vez: “Sean ustedes luz del mundo con sus buenas acciones”.
@gonzalogallog