El lunes 29 de agosto de 1911, Vicenzo Peruggia, italiano, entró al Louvre que estaba cerrado.
Había trabajado en el museo en 1910, sabía cómo estaba La Monalisa en su marco, y se la llevó.
En su época fue el robo del siglo y la obra de Da Vinci se convirtió en una celebridad.
Hasta entonces era una pintura entre muchas, y el escándalo la catapultó a la fama.
En diciembre de 1913. El ladrón fue atrapado al entregarla a un anticuario en Florencia.
La he visto varias veces y, en mi gusto, respetando otros, no me atrae ni me inspira.
Creo que en Louvre hay pinturas mejores y más bonitas, pero miles se matan por estar al frente.
Todo es subjetivo. Leonardo da Vinci fue un gran inventor y pintor, no cabe duda.
@gonzalogallog