Con sabiduría, es decir, con luz divina y buena consciencia, siempre puedes decidir sobre tu vida.

No dejes que la manejen los demás, ni sacrifiques el ahora atrapado en el mundo de las ilusiones.

Antes bien, gana paz con el perdón y, cuando todo habla de destrucción, cree que el sol volverá a brillar.

Medita sobre tus errores sin entregarte a la pena, serénate y enfrenta el destino con ánimo resuelto.

Una pausa orante saca tristezas del corazón, y da temple a la confianza cuando soplan vientos contrarios.

La esperanza te da fuerzas y así puedes acallar las viejas dudas y dominar los nuevos temores.

No cargues tu pasado, muéstrate diligente y decidido, y disfrutarás de ventajas inesperadas.

Con intenciones puras no hay derrotas definitivas, y siempre vuelven a soplar vientos favorables.

@gonzalogallog