Y tenemos un miércoles calientísimo. Con carreteras bloqueadas, colegios sin alumnos, ciudades sin alimentos. Buenas, buenas, por suerte este paro no tiene la violencia que vimos en esa aventura mal llamada ‘Explosión socia’, ese festín de saqueos, asaltos, matoneos y agresiones a humildes policías y soldados. Punto.

Bogotá, bloqueada. Hay carestía de todo, no llegan alimentos. Para colmos, el ministerio que maneja el problemón de la gasolina y el diesel está en parálisis por la ineptitud de sus dirigentes. Punto.

“Muy de malas”, como diría Francia Márquez, este gobierno del petrismo. No ha logrado reducir el ímpetu de los camioneros porque vale millones y millones cuando no hay fondos, porque el despilfarro ha sido una política oficial, lo digo por las nuevas 18 embajadas en el África con centenas de funcionarios que en sueldos y viáticos nos cuestan un dineral.

“Muy de-malas” el gobierno del ‘Pacto Histórico’ porque produjo indignación nacional, unas palabras infortunadas del presidente Petro en el Chocó. Allí agredió al periodismo femenino, bautizándolas como militantes de ‘Las muñecas de la mafia’. Acusación descabellada.

No existen hoy a ‘Las Muñecas De La Mafia’, esos coqueteos sí sucedieron en otros tiempos y ‘el viento se los llevó’ con sus autos lujosos, sus joyas ostentosas y sus bambas de oro.

Los micrófonos son traicioneros y al presidente Petro le hicieron una guachada porque, emocionado en el calor chocoano, exageró su verbo. Imperdonable pifia en un político experimentado con 40 años hablando por los micrófonos.

En años pasados sí hubo reinas y princesas y exreinas que se arrimaron a esos fogones. Ya no existen esos jolgorios, los príncipes del perico se entregaron a la justicia o viajaron a USA, vía la extradición o pagaron cárcel en estos páramos. Como eran muy fantoches mostrando sus riquezas, la DEA y la Policía colombiana los pillaron y se acabó la fiesta. Punto.

El presidente Petro hoy es una víctima de Maduro que lo presenta como su aliado. Esa cercanía lesiona a Petro porque es mala compañía. Maduro puede terminar extraditado a USA o arrinconado en Moscú. Se merece todo eso por sus malevas fechorías, su represión a las juventudes, su matoneo a la oposición, a María Corina Machado y a Edmundo Gonzales Urrutia, el presidente electo. Maduro, ‘insigne fantoche’, desafiante, pagará sus delitos, irá preso y colorín colorado.