Si usted es concreto, racional, fanático de Santo Tomás “ver para creer”, cambie de columna. Pero si tiene la capacidad de abrir la mente, si sus creencias son flexibles, si considera que existen otros saberes que no deben pasar por un laboratorio, que no necesitan aval científico, entonces acompáñeme a descubrir otras dimensiones. No, no tiene que creer. Pero vale la pena arriesgarse.
Empecemos por el número 40. Porque el número 40 “es un número sagrado de días para situaciones en esta dimensión”. Es un número de subsistencia. Los niños fueron rescatados tras 40 días de sobrevivencia. Moisés pasó 40 días y noches en el Monte Sinaí. Jesús pasó 40 días en el desierto. Noe sobrevivió en el arca del diluvio 40 días y 40 noches. Un bebe humano se gesta durante 40 semanas. La madre necesita 40 días de recuperación. La cuarentena es un período de salud. Entonces la Numerología (no es charlatanería) tiene respuestas para explicar conductas de la tercera dimensión. Hay que abrir la mente…
Cuatro son los elementales de la naturaleza. Las Ninfas en el aire, las Sílfides en el agua, los Pigmeos en la tierra y las Salamandras en el fuego. “Aunque con restricciones, ejercen gran influencia los espíritus de la naturaleza quienes debemos considerar como los habitantes autóctonos de la tierra, expulsados de diversos lugares por la invasión del hombre, igual a lo ocurrido con los animales salvajes. Por ello, los espíritus de la naturaleza, evitan por completo las ciudades populosas y todo lugar en que se reúnen muchedumbres humanas, por lo que allí apenas se nota su influencia. Pero en los tranquilos parajes rurales, en bosques y campos, en las montañas y en alta mar, están siempre presentes, su influencia es poderosa y omnipenetrante de la propia manera que el perfume de la violeta embalsama el ambiente aunque se oculte entre la hierba”.
La naturaleza no es una ‘cosa’. Es un ser vivo, tiene ‘alma’. No es un objeto, ni está al servicio del ser humano. Hasta para entrar al mar y disfrutar de ese momento, hay que ‘pedir permiso’. Usted no dejaría que un extraño abriera la puerta de su casa e ingresara “porque sí”, “por aquí pasaba”. Frente al mar, frente a una planta, al lado de un animal, ¿cuál es su actitud? Porque si usted cree que la naturaleza es un ser vivo, posiblemente el trato es diferente. Pero si la considera una ‘cosa’, la usa para su servicio.
Los incendios, las sequias, las inundaciones: allí está la naturaleza ‘hablando’ del atropello y muestra las consecuencias. Muchos no creen que a las plantas se les puede hablar, que si abrazas un árbol recibes su energía, si caminas en el prado te nutres de sanas vibraciones… para los racionales son locuras de ‘nueva era’ y por lo tanto no vale la pena tenerlas en cuenta.
Estamos en la tercera dimensión, (alto, ancho, profundo) ascendiendo hacia la quinta, atravesando como un puente, la cuarta(tiempo y espacio). Repito, no tiene que creer, pero si se aventura, el rescate de los niños, abre portales de saberes donde Colombia, como dijo el extraordinario comandante general Pedro Sánchez, tiene la oportunidad de rescatar sus orígenes (80% tenemos raíces mestizas) para construir un país sin exclusiones. Hay tanto por aprender. El portal dimensional se abrió y es decisión personal entrar en él o…