Fijo que Pardo Llada hoy estaría emocionado leyendo sobre el escándalo de Nicolás Petro, hijo del presidente, acusado por su esposa en represalia o castigo porque él se fugó con su íntima amiga Laura. Aprendan señores coquetones: una esposa jamás perdona que su íntima amiga viole a su marido y peor que se fuguen con escándalo.
Por esa pilatuna machista, amarga para toda mujer engañada, denunciaron al coquetísimo Nicolás Petro, y él no calculó el novelón que lo esperaba. Punto.
Hace cinco días Pardo Llada cumplió 100 años de haber nacido en Cuba. Estudió derecho, pero la política lo arrastró. Nos conocimos en la Librería Nacional hace 49 años, con Felipe Ossa, él vino a mi mesa y me dijo: “Leí hoy en El Tiempo tu crónica viajera por Cuba, cuéntame de la calle, los almacenes, los bares, el turismo, la prensa, los cafetines, todo, todo”.
Entonces yo era un inteligente divertido narrando y Pardo LLada se encantó conmigo. De la librería fuimos a su casa, charlamos y cenamos largo. Años después me empujó a la política y con sus votos me eligieron parlamentario y llegué a la Cámara de Representantes y luego a El Tiempo, la televisión, a El País y ALÓ. Oye, Pardo, me arreglaste la vida.
Elsy Calderón, Pardo Llada y yo hablábamos largo de lo serio y lo frivolón. Viajamos por España, por Buenos Aires. Fue un charlista sensacional, contaba anécdotas de Fidel, del Che Guevara, de Cabrera Infante, del poeta Heberto Padilla que salía de la prisión cubana por contrarrevolucionario. Pardo Llada, mi entrañable camarada por 49 años nos unía la frivolidad, el Deportivo Cali, la política, lo que exigiera opinar y las estrellas Bilardo, Asprilla, Alex Gorayeb, Héctor Lavoe y Maradona. En Cali miles y miles extrañan el Mirador en el Aire de Pardo Llada donde sonaba La Guantanamera.
Pardo Llada hizo política en Cali con civismo, juego limpio, apoyándose en empresarios, médicos, mujeres sensatas, toda gente sana. Ese Movimiento Cívico no ensució las paredes: sin un solo afiche, sin vallas extravagantes y sacó diez concejales en Cali.
Pardo Llada, muy alto, poco pelo, canoso, siempre bronceado. Pardo Llada llegó a Cali expulsado de España por gritar en la televisión española: “El gran aliado de Fidel Castro fue el gallego dictador Francisco Franco. Punto. Me gustó escribir con afecto unas palabras sobre el histórico Pardo Llada que fue un social demócrata, un liberal, un gran periodista, un caleño inolvidable.